El hombre acusado de matar a una docena de personas en un cine de Colorado hizo su primera aparición ante una corte estadounidense el lunes.
La policía dice que James Eagan Holmes, de 24 años, estaba vestido con un chaleco antibalas y llevaba tres armas cuando abrió fuego en una función de medianoche de la nueva película de Batman en las primeras horas del viernes. Cincuenta y ocho personas resultaron heridas en el tiroteo.
Holmes fue arrestado momentos después de la masacre. La policía dice que aún están investigando el motivo del crimen.
El sospechoso se presentó ante el juez William Sylvester del Distrito del Condado de Arapahoe para una audiencia que se espera que sea breve. Será representado por un defensor público.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajó a Aurora, un suburbio de Denver de 325.000 habitantes, para brindar sus condolencias a los familiares de las víctimas. Les dijo que sus seres queridos serán recordados mucho después de que la justicia haya condenado al asesino.
Entre los muertos había veteranos de guerra, un aspirante a comentarista deportivo que apenas escapó de un tiroteo en un centro comercial de Toronto este mismo verano boreal y una niña de seis años.
El crimen tiene todos los elementos de un caso para aplicar la pena capital según la ley de Colorado, ya que incluye premeditación, múltiples víctimas y la matanza de un niño, entre otros, dijo el ex fiscal de Denver Craig Silverman.
“Si James Holmes no fuera ejecutado, Colorado tendría también que descartar su ley de pena de muerte”, sostuvo. Muchos en Aurora evitan pronunciar su nombre para no hacerle a Jones la publicidad que creen buscaba tener con este crimen.
“Me niego a decir su nombre. En mi casa lo vamos a llamar simplemente Sospechoso A”, dijo el gobernador de Colorado John Hickenlooper en un memorial celebrado en las escaleras del centro municipal del suburbio de Denver el domingo por la noche.
Obama se reunió con las familias en el hospital Universidad de Colorado y en un discurso televisado más tarde tampoco mencionó el nombre del sospechoso.
Hickenlooper se enfocó en la valentía de una mujer joven, Stephanie Davies, quien salvó a su amiga Allie Young al ejercer presión en una herida sangrante del cuello con una mano y llamar pidiendo ayuda con su teléfono celular con la otra.
Los motivos de Holmes siguen siendo un misterio, con excolegas diciendo que no mostraba signos de enfermedad mental o tendencias violentas.
Todas las armas que portaba habían sido compradas legalmente. Actualmente se encuentra en confinamiento solitario para protegerlo de otros presos.
Holmes había abandonado recientemente un programa de doctorado en neurociencias en la Escuela de Medicina Anschutz de la Universidad de Colorado, a pocas cuadras de su casa.
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