No existe ciudad en el país, y quizás en el mundo, donde la pasión por el deporte se lleve tan adentro como en Rosario. Qué decir del ADN futbolero del rosarino, que ‘vive’ por Newell’s o Central, siendo la única localidad dela Argentinadonde existe una abrumadora supremacía de hinchas de los equipos locales en relación a los grandes de Buenos Aires. Y qué decir de la pasión que cada deportista amateur le pone a su disciplina. Ni que hablar del esfuerzo diario de entrenadores y de la capacidad de dirigentes que aportan su granito de arena para que el deporte en la ciudad siga creciendo.
Rosario levanta la bandera del “sueño panamericano” con emblemas como Lionel Messi y Luciana Aymar, aunque también con Cecilia Carranza, Jorge Balliengo, María Gabriela Best y decenas de atletas no tan reconocidos que suman su aporte con el esfuerzo diario en disciplinas amateurs y que no tienen la repercusión que se merecen.
Párrafo aparte para los que aportan desde afuera. Quizás por única vez todos se unieron, ya que las fuerzas políticas de la ciudad, la provincia y hasta del gobierno nacional se unificaron en pos de luchar todos juntos para que se cumpla el objetivo. Deportistas que sobresalen acá y afuera, técnicos que se capacitan para aportar jerarquía, infraestructura acorde y apoyo estatal. El combo cierra para que el Comité Olímpico Argentino acepte el proyecto y luego pueda elegir a Rosario como la sede que represente al país en la votación final ante la Odepa.
El primer paso es hoy con la presentación de la plataforma. El segundo llegará a principios de mayo con la revisión ocular por parte de los emisarios del COA. Y el tercero será en junio cuando se elija la sede de Argentina, ojalá con Rosario como ganadora. El resto es futurología. El sueño está en marcha y es posible. Toda una ciudad se lo merece.
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