Política

"Hombre de confianza"

De la Defensa a la Inteligencia y ahora a la jefatura de ministros: Agustín Rossi va al Gabinete

La llegada del “Chivo” está práctica o totalmente cerrada. “Es un tema que está muy avanzado”, dijeron fuentes de la Casa Rosada: no se referían a ningún tipo de duda política, sino a que “sólo falta terminar de definir su reemplazo en la AFI”, la Agencia Federal de Inteligencia


El presidente Fernández ratificó su confianza en el Chivo al designarlo interventor de la Agencia Federal de Inteligencia

El gobierno nacional retocaba los últimos detalles para un nuevo destino del ya todoterreno Agustín Oscar Rossi: el ingeniero civil nacido en Vera, pero rosarino por adopción, y máximo referente de la Corriente Nacional de la Militancia, que tuvo dos gestiones de alta relevancia como ministro de Defensa y actualmente se desempeña en el delicado puesto de interventor de la Agencia Federal de Inteligencia, la central de espías del Estado, será ahora el jefe de ministros del gabinete del presidente Alberto Fernández.

Los detalles que faltaban hilvanar en el transcurso de este jueves, cuando el rumor de la víspera se tornó confirmación por parte de un amplio abanico de fuentes (todas en off) no era ningún tipo de duda política sobre el nuevo salto, sino quién iba a ser su sucesor o sucesora al frente de la central de Inteligencia. Y la otra duda era cuándo se iba a realizar el acto de jura y asunción como jefe de Gabinete, con mayor parte de versiones apuntando al martes próximo.

Con fecha cierta para la salida de Juan Manzur, quien vuelve a su provincia, Tucumán, para la campaña por las elecciones provinciales –tienen fecha el próximo domingo 14 de mayo y será el candidato a vice de Osvalo Jaldo, en un enroque de la fórmula de 2019– la demora en confirmar que el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, estaría al frente, funcionó como virtual confirmación de que ese “ascenso” no se produciría. Olmos, de máxima confianza del presidente –era su jefe de asesores– conoce a fondo los temas y el manejo del Estado, pero desde lugares que no representan exposición pública. El Chivo sí, e incluso es uno de los pocos puentes con nombre propio entre la última gestión de Cristina Fernández de Kirchner y la actual de Alberto Fernández. Y no sólo eso: fue depositario de la confianza del propio Néstor Kirchner, cuando aspiraba, allá lejos y hace tiempo, a presidir el Concejo Municipal de Rosario y terminó conduciendo al bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados de la Nación, tanto cuando éste formaba parte del oficialismo como desde 2017 a 2019, cuando estaba en la oposición, siete años después del fallecimiento del ex presidente Kirchner.

 

Sin ser albertista, Rossi fue valorado a tal punto por el jefe del Estado que le llegó a pedir que no “bajara” de nuevo a Santa Fe a competir por la provincia. Quedó entonces en el llano, tras renunciar a la cartera de Defensa, a la que logró dotar, por ley del Congreso, de un instrumento histórico: el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) para revertir el deterioro de equipamiento y general de las Fuerzas Armadas y del Sistema Nacional de la Defensa, que comenzó así un ambicioso programa de modernización y expansión.

Articulador por antonomasia, más cotizado fuera que dentro de Santa Fe, el desembarco del Chivo Rossi en la Jefatura de Gabinete aparece como clave en un año electoral, cuando el presidente Fernández aceptó, finalmente, conformar una “mesa política” con todos los sectores que conforman la coalición oficialista. Lo admita en público o no, lo más probable es que esa sea la primer gran tarea de su gestión: acordar los alcances y profundidad de lo que se volcará sobre esa mesa. ¿Podrá evaluar la gestión de gobierno misma o se limitará a fijar reglas para unas primarias en las que podría participar el propio jefe del Estado en busca de su reelección? ¿Estará entre sus tareas elaborar una plataforma política y de gestión para un eventual segundo mandato del Frente de Todos? La habilidad para mediar entre partes, a las que conoce a todas o casi, puede ser el atributo que convierte ahora a Agustín Rossi en el nuevo jefe de ministros del gabinete nacional.

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