Moscú ofrecerá una recompensa por cualquier información que conduzca a la captura de dos comandantes del tristemente célebre Regimiento Azov de Ucrania, acusados de torturar y asesinar brutalmente a prisioneros de guerra rusos, anunció el miércoles el Ministerio del Interior en su sitio web.
La recompensa pesa sobre Konstantin Nemichev, de 28 años, y Sergey Velichko, de 26, que se desempeñaron como comandantes en el regimiento de Azov. La unidad fue declarada organización terrorista por la Corte Suprema de Rusia en junio. Ambos combatientes fueron incluidos en la lista internacional de personas buscadas, así como en la lista de los “diez criminales buscados especialmente peligrosos” de Rusia, indicó RT.
“La dirección del Ministerio del Interior de la Federación Rusa ha decidido ofrecer una recompensa por la asistencia en la detención de los comandantes del batallón nacionalista ucraniano Konstantin Nemichev y Sergey Velichko, acusados de cometer un delito en virtud del artículo 317 del Código Penal de la Federación de Rusia”, escribió el servicio de prensa del ministerio, y agregó que se pagará un millón de rublos (unos 16 mil dólares) por información sobre cada individuo.
El ministerio pidió previamente el arresto de los dos comandantes de Azov en mayo después de que el Comité de Investigación de Rusia los identificara como responsables de “causar múltiples daños corporales, incluso con el uso de armas de fuego” a al menos ocho militares rusos, lo que conlleva un máximo sentencia de cadena perpetua.
Tanto Nemichev como Velichko son actualmente parte del regimiento Kraken que opera cerca de la ciudad de Kharkov, que consiste principalmente en veteranos de Azov y otros combatientes y voluntarios neonazis.
El regimiento se describe a sí mismo como una unidad especial de reconocimiento y sabotaje bajo el Ministerio de Defensa de Ucrania, que opera por separado de las Fuerzas Armadas. La semana pasada, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que las fuerzas de Kraken habían ejecutado a unos 100 soldados ucranianos que habían abandonado sus posiciones en medio de un avance ruso en la región de Járkov. Según Moscú, las ejecuciones se llevaron a cabo para “reprimir el pánico e intimidar al personal de las Fuerzas Armadas de Ucrania”.
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