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Se quedó sin respaldo

El desgastado Boris Johnson renunció a su cargo de primer ministro del Reino Unido

La decisión del líder del Partido Conservador, de 58 años, sucede a casi 60 dimisiones de funcionarios durante esta semana y pedidos internos para que abandone el poder. El paso al costado se da en un escenario marcado por la suba en el costo de vida, el fuerte aumento en los combustibles y escasez


Boris Johnson renunció este jueves a su cargo de primer ministro del Reino Unido en un escenario de desgaste marcados por el Brexit, la pandemia de covid y varios escándalos que generaron fuerte resistencia dentro del Partido Conservador a su liderazgo.

La decisión de Johnson, de 58 años, sucede a una serie de renuncias de funcionarios durante esta semana. Junto con Johnson, renunciaron este mismo jueves el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, y varios secretarios de Estado. Así, suman 59 las dimisiones en el Ejecutivo desde el martes. También anunció que se va del Gobierno la segunda del Partido Conservador, Caroline Johnson.

Ahora, lo que sigue es la elección de un nuevo primer ministro durante la cumbre del partido en octubre. Entre tanto, suena Dominique Raab, viceprimer ministro y ex canciller, como su temporario reemplazante. Otra candidata es Theresa May, ex primera ministra a quien Boris desplazó en medio de las negociaciones del Brexit.

“Lo mejor es que haya un nuevo líder y un nuevo premier, y ese proceso debe empezar ahora. Nadie es indispensable en política”, afirmó Johnson en un discurso que dio frente a su residencia, en la calle 10 Downing Street.

Para muestra del desgaste interno del hasta ahora primer ministro, están las declaraciones de Will Walden, ex secretario de prensa de Johnson: “Todo lo que puedo decir es gracias a Dios. Finalmente ha hecho lo correcto. Pero qué farsa. Ser arrastrado pateando y gritando como él es una vergüenza”, dijo. Y remató: “Todo esto es totalmente innecesario. Ya estaba escrito en la pared”.

A última hora de la tarde del miércoles, un grupo de fieles colaboradores, entre ellos la ministra del Interior, Priti Patel, habían concurrido a Downing Street para pedirle a Johnson que renunciara, intentando convencerlo de que, sin el apoyo de su partido, ya no podía seguir.

Según el diario The Sun, Johnson le dijo a sus colegas que tendrían que mancharse “de sangre las manos” para sacarlo del cargo. Un día después, ante la falta de apoyo evidente, cedió.

El Gobierno del Reino Unido está en una crisis profunda marcada por la suba en el costo de vida, los altos precios de los combustibles y la escasez de productos profundizados por la guerra en Ucrania pero que se arrastran desde el Brexit (la salida de la Unión Europea).

El primer ministro había sobrevivido a principios de junio a un voto de censura de sus propios diputados, una jugada para sacarlo del poder. Apoyado por 211 de sus 359 legisladores, salvó el puesto, pero el escenario de rechazo a su liderazgo quedó de nuevo explicitado.

A los cortocircuitos políticos por el manejo del Gobierno, Johnson sumó varios escándalos. Uno fue el llamado “partygate”, por las fiestas organizadas en Downing Street durante los confinamientos de 2020 y 2021. Otro, el de la irregular financiación de la lujosa reforma de su residencia oficial.

 

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