Fuente: El País
La huelga de mujeres encontró un altavoz en las periodistas. Más de 5 mil profesionales de distintos medios, agencias y gabinetes firmaron un manifiesto en el que apoyan la huelga convocada por plataformas feministas el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer e instan “a todas las compañeras a que se sumen a la movilización en la medida de sus posibilidades y circunstancias”. El documento se hizo público por la mañana este jueves y menos de 24 horas después eran ya más de 3.600.
El manifiesto fue elaborado por un grupo de periodistas de diferentes medios “que se han unido este 8 de marzo para defender sus derechos y exigir una prensa en la que las mujeres tengan el peso que se merecen”, señalan. La iniciativa surge de un encuentro celebrado este martes en Madrid, España, en el que participaron unas 50 periodistas, al que siguió un grupo de Telegram al que ya se unieron más de 2.000 profesionales y que está, como el manifiesto, en constante expansión.
En el texto denuncian el machismo que sufren las mujeres en distintos sectores, unido a la “precariedad, inseguridad laboral, brecha salarial, techo de cristal, acoso sexual o ninguneos” y le suman las particularidades “asociadas a la profesión periodística”.
Las firmantes señalan su preocupación “por la visión parcial de la realidad que tantas veces ofrecen los medios y en la que falta la presencia y aportes de las mujeres”. El manifiesto incluye reivindicaciones generales a las empresas periodísticas. En primer lugar reclama que se reduzca la brecha salarial con una “revisión de categorías, complementos y criterios profesionales que permitan acabar con ella”. Denuncia el techo de cristal ya que “las direcciones de los medios y empresas periodísticas están copadas por hombres”.
El manifiesto hace un llamado al respaldo de los lectores y una mención específica al carácter profesional de la iniciativa: “No queremos que ningún partido político, sindicato o medio de comunicación se apropie de nuestras reivindicaciones”.
La precariedad del sector es otro de los aspectos que denuncian, aludiendo al trabajo de free lance y “falsas autónomas”: “Sufrimos niveles de temporalidad superiores a los de nuestros compañeros”. “Denunciamos que las dinámicas de trabajo priorizan el presentismo y la libre disposición y son ajenas a las necesidades de cuidado que tienen todas las personas”, prosigue el escrito, que demanda que “la corresponsabilidad y la flexibilidad no debe ser un asunto de buena voluntad sino una prioridad que las empresas deben asumir para que estas tareas se repartan por igual entre mujeres y hombres”.
El manifiesto se puede leer acá.
