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Ana y Nélida dieron el “sí” en el distrito Sudoeste

Tras 14 años de convivencia, la pareja contrajo matrimonio este mediodía en el Centro Municipal distrito Sudoeste, en calle Francia al 4700. "Esto es lo máximo que se ha logrado", dijo Nélida, emocionada.

Ana y Nélida posan tras su casamiento.
Ana y Nélida posan tras su casamiento.

Rodrigo Arévalo/Elciudadanoweb.com

Y llegó el día. Tras 14 años de convivencia y gracias a la nueva ley de matrimonio igualitario, Ana Romero y Nélida Ruiz Díaz se casaron en el Centro Municipal Distrito Sudoeste, ubicado en Francia al 4700, siendo el primer casamiento entre dos mujeres en la ciudad.

Ana y Nélida llevan catorce años viviendo juntas y ambas son enfermeras, la primera trabaja en el hospital Británico y la segunda en el Carrasco. Pese a que el amor que sienten es el mismo estando casadas o no, la hora de formalizar su relación llegó. El reloj marcaba las 12 del mediodía y las novias esperaban el momento con tranquilidad acosadas por el grupo de periodistas y gente que se llegó hasta el sudoeste de la ciudad.

Según contó Ana, ambas se conocían del grupo de militancia y un compañero de ellas les decía que eran pareja, pero aún no lo eran. “Al principio ella no me daba bolilla”, comentó Ana sonriendo. Hasta que un día los deseos de ese compañero comenzaron a hacerse realidad.

Si bien la ceremonia fue breve, tuvo mucha emotividad. Entre los asistentes se encontraban la coordinadora del Área de Diversidad Sexual de la Municipalidad de Rosario, Noelia Casati, el dirigente de la asociación VOX, Guillermo Lovagnini y el presidente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Gustavo Martinez, además de muchos compañeros de trabajos, militantes, amigos, periodistas y fotógrafos.

Con mucha naturalidad pero conciente de la importancia del acontecimiento, el juez a cargo del Registro Civil, Leandro Banchini, dio inicio a la ceremonia explicando los derechos y obligaciones que van a tener Romero y Ruiz de ahora en adelante.

Luego dio paso a los votos matrimoniales, momento en el cual las novias no pudieron contener su emoción y, tras dar el si, se confundieron en un enternecedor beso que fue aplaudido por todos los presentes.

Secundados por los testigos de la boda, Jorge Gonzalvez y María Lezcano, Ana y Nélida salieron sonrientes del Registro Civil mientras los presentes tiraban arroz y hacían flamear la bandera del orgullo gay.

Sin tanto despliegue como el primer matrimonio entre dos hombres de la ciudad, celebrado la semana pasada, la boda de Ana y Nélida duro pocos minutos ya que se tuvo en cuenta el estado de salud de Ana, quien padece cáncer y no está en condiciones de permanecer mucho tiempo de pie. “No dormí en toda la noche, tenía una ansiedad tremenda”, declaró la mayor de la pareja, quien antes de contraer matrimonio con Ruiz, estuvo casada con un hombre, de quien se divorció.

Sin dudas, lo que sienten estas dos personas puede ser explicado sólo por ellas, por eso, Nélida se expresó ante los micrófonos: “Esto lo esperamos hace mucho tiempo, pero también empezó hace mucho tiempo, en época de militancia” comenzó diciendo Nélida. A la vez que se refirió a lo importante que fue la sanción de la ley de matrimonio igualitario diciendo que “es importante estar a la misma altura que todos”. “Había que equipararse en el tema de leyes en nuestro país y que nos dejen ser como somos”, abundó Nélida.

A pesar de destacar los derechos que los homosexuales han adquirido con esta ley, Nélida reconoció que “en lo cotidiano de la pareja no cambia en nada”, pero enseguida aclaró: “Es un gran peldaño para el futuro, porque no sólo hay que pensar en lo económico, a partir de ahora tenemos la obligación de cuidarnos una a la otra, envejecer juntas”.

Sobre la posibilidad de adoptar un hijo, Nélida fue clara al decir: “No pensamos en adoptar, por una cuestión de edad, ya estamos grandes”, sin embargo exclamó que “sería importante que el que quiera criar un chico, pueda hacerlo”.

Ana, un poco más tranquila que su esposa, declaró que “esto es un premio a los catorce años, a la lucha y las militancias”. “Es impresionante el significado que tiene esto”, cerró la mayor de la pareja.

Con respecto a la discriminación hacia los homosexuales, Nélida reconoció que siempre la van a señalar y eso no se puede evitar. “Por suerte mis compañeros de trabajo y mis amigos entienden que convivo con una mujer, pero igual cuesta mucho”, cerró Ruiz Díaz.

Después de tanto esperar, Ana y Nélida pudieron casarse, dar el si ante el juez fue la muestra de amor más grande que se pudieron haber regalado después de catorce años de convivencia y ahora ya son una familia.

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