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2009 varios adiós y buenas noches en el rock

Varias de las bandas más emblemáticas colgaron los botines.

Varias de las bandas más emblemáticas dijeron hasta acá. El 2009 fue testigo del adiós de Los Piojos, la separación de La Bersuit, el nuevo parate de Los Fabulosos Cadillacs. En contrapartida renovaron su chapa Charly Garcia y Luis Alberto Spinetta y hasta pudimos conocer detalles del adiós de Los Redondos.

Hay años que marcan un antes y un después. El 2009, en materia de Rock Nacional, sin duda será uno de esos. Es que en los pasados doce meses varias bandas emblemáticas de la escena nacional se bajaron de los escenarios, por un tiempo o para nunca más volver.
Así, en Mayo, Los Piojos, una de las bandas más grandes del país anunció un ¿tiempo?, ¿parate?, ¿separación?. Lo concreto es que el 30 de mayo la banda liderada por Andrés Ciro Martínez le dijo adiós a su seguidora multitud ante un River repleto. 70 mil almas le dijeron chau o hasta luego a la banda de El Palomar, con más de dos décadas de carrera y siete discos de estudio, como legado.

La Bersuit Vergarabat también decidió “parar un tiempo”. Ya habían amenazado cuando salieron a la luz “Solo”, el trabajo solista de Gustavo Cordera y “Fisura expuesta”, de Juan Subirá. El dato se confirmó: “La Bersuit va a parar un tiempo”, adelantó el Pelado. En teoría, esta época solista de los integrantes es para recargar fuerzas para volver con una de las bandas más festivas del país…¿será?

Los Fabulosos Cadillacs que habían retornado a los escenario a fines del año 2008, ya anunciaron un nuevo parate. Luego de grabar “La Luz del Ritmo” en 2008 y “El Arte de la Elegancia”, este año, la banda de Vicentico y Flavio Ciancarulo decidió volver a parar la máquina. Mismo camino recorrió Soda Stereo, luego de llenar cinco River. Precisamente, Soda nunca más volverá, según palabras de Gustavo Cerati, días atrás.
La Separación, así en mayúsculas, es la de Los Redondos. Pese a que pasó hace casi una década ya, recién en este 2009 el Indio Solari y Skay Beilinson dejaron entrever el real motivo de la disolución de Patricio Rey. La información rompió un poco el halo de misterio que rodeó la separación redonda y le colocó valores mucho más comunes y corrientes.

El regreso de los gigantes
Más allá de todos los retiros, separaciones y “duelos” que soportó nuestro rock en el año que pasó, en contrapartida hay que marcar que los viejos gigantes vinieron a reclamar el lugar que les corresponde y a mostrar credenciales.

Así, Charly García, tras una maratónica y milagrosa desintoxicación y recuperación que cada vez marcha mejor, llenó Vélez el 23 de Octubre, para celebrar su cumpleaños. Además, García apareció en otros conciertos, en tevé y ¡hasta fue a ver a River y a Atlanta! Este podría haber sido, tranquilamente, el año de Charly.

El otro que reapareció con toda la fuerza fue Luis Alberto Spinetta. Pese a haber firmado en el 2008 “Un mañana”, su último trabajo solista, el Flaco nos debía algo para recordar. Se lo extrañaba, como no. En ese sentido, su genial “Spinetta y Las Bandas Eternas” se convirtió en uno de los recitales emblema de este año y de los años y décadas que vendrán. Durante más de cinco horas, ante un José Amalfitani repletó, Spinetta hizo magia y revivió a Jade, Almendra, Invisible y Los Socios del Desierto. Inolvidable.

Rock de luto
Además de haber tenido de todo y para todos, en materia musical, el rock también sumó un año cargado de sinsabores. Volvió Viejas Locas, la banda insignia de Cristian “Pity” Álvarez, que en enero había despedido “Intoxicados”. Sin embargo, el regreso de Viejas ocupó, sobre todo, páginas policiales.
Es que en la entrada a su recital en Vélez, se armó lío entre la policía y los chicos que querían ingresar al show. El saldo fue la muerte de Rubén Carballo, que agonizó tres semanas.
Para colmo, unos días después, murió Melisa La Torre, una chica de 20 años en un recital de Las Pastillas del Abuelo, por una combinación letal entre una valla mal colocada y la presión de la gente, que ignoraba el tema de la valla.Además se cumplió media década de la tragedia de República Cromañón. Una fecha que nuestro rock jamás debería pasar por encima.

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