País

relevamiento del sindicato de farmacéuticos

170 mil argentinos consumieron éxtasis al menos una vez en 2016

El estudio indica que bajó la edad de inicio en el consumo, que en los años 80 promediaba los 21 años y hoy, los 17


Una encuesta del Sindicato Argentino del Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb) publicada este martes revela que el consumo de éxtasis creció tanto como el de marihuana –hoy fortalecida por su costado medicinal–, y mucho más que el de cocaína y LSD.

Según Safyb, son 140 mil los argentinos que consumieron éxtasis, al menos una vez, en 2015. Y 170 mil los que tomaron este droga sintética en 2016. Las cifras son similares a las de Naciones Unidas.

Cada pastilla cuesta entre 200 y 500 pesos, según su “contenido” y potencia, y lo preocupante es que bajó la edad de inicio en el consumo, que en los años 80 promediaba los 21 años y hoy los 17.

El éxtasis contiene distintas cantidades de metilendioximetanfetamina (MDMA), que produce empatía, euforia, pérdida de timidez, volviendo a quien las toma extrovertido, alegre e hiperactivo. Pero su uso a largo plazo aumenta la temperatura corporal, deshidrata al punto de matar y produce hipertensión, confusión, irritabilidad, insomnio y depresión. También daña hígado y corazón.

Está prohibido en la mayoría de los países, salvo para investigación, pero su consumo crece sin techo, principalmente debido a la facilidad que implica “tomar una pastilla”, explica Marcelo Peretta, doctor en farmacia y bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y titular del gremio.

Las “pastis” se fabrican y consumen igual que medicamentos, en la creencia de que no pueden ser tan malas, ya que todos tomamos remedios. Para los jóvenes “es más sencillo optar por el placer rápido y furioso, que emprender un camino largo y sinuoso hacia la felicidad”, afirma Marcelo.

Abusos de medicamentos legales e ilegales

La irrespetuosa actitud asumida con los remedios lleva a minimizar los riesgos de las pastillas ilegales. Se considera, erróneamente, que si 80% de los adultos se automedican y 1.200 spots televisivos, 800 avisos en diarios y revistas y 400 páginas de internet ofrecen diariamente pastillas legales, las “pastillas del boliche no pueden ser peligrosas”.

Pero el abuso de los medicamentos legales –agrega el mensaje del sindicato de farmacéuticos– causa por año en Argentina 12 millones de nuevas consultas médicas, 8 millones de tratamientos adicionales, 115 mil hospitalizaciones y 22 mil muertes.

De igual modo ocurre con el éxtasis, que enferma y mata jóvenes y adultos por igual frente a un Estado incapaz de frenar el ingreso, la fabricación, el consumo y hasta la exportación de drogas de abuso; y frente a propietarios de algunas droguerías que abastecen a narcotraficantes y hacen negocios con la matrícula de un Farmacéutico al que no hacen caso, ni le registran la relación laboral.

 

 

 

“Además de infraestructura y equipamiento, deben exigirse condiciones éticas a los propietarios de establecimientos farmacéuticos y a los dueños de boliches bailables”, sostiene Peretta. A los primeros, que comercialicen sus productos por la vía legal y a los segundos que no aprovechen el flagelo de la droga para enriquecerse vendiendo agua que bien podrían obsequiar con el costo de la entrada.

La desregulada comercialización y el sobreestimulado consumo de fármacos son imán para el delito y el narcotráfico. La droga genera suficiente dinero para comprar insumos y voluntades.

Tenemos éxtasis, pero no políticas, concluye el texto de Safyb.

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