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“Soy hijo de Central”

Adrián Gau es un joven empresario que apuesta fuerte para las próximas elecciones del 4 de julio.

Cuando la mayoría de las agrupaciones ajusta detalles para saltar al ruedo electoral de cara a los comicios del 4 de julio, ayer irrumpió Adrián Gau. El empresario de 36 años, que jugó en las inferiores auriazules, lidera la agrupación “Central es fútbol”. Y está decidido a dar pelea en las elecciones como candidato a presidente. Y así lo planteó ayer, mano a mano con El Hincha.

Dentro de su plan de acción, Gau advierte que hace falta una inmediata refundación futbolística, pero que esta debe llegar de la mano de ex jugadores del club. “Quién mejor que ellos para decirnos, con la autoridad del caso, qué hay que hacer para armar un equipo que tenga que ver con la historia de Central”, dijo Gau. Pero además, el empresario apuntó a la “despolitización” del club. “Debe ser la única institución a nivel nacional en la que la política tiene tanta relevancia que una elección municipal, gubernamental o nacional”, señaló.

—¿Por qué decidiste lanzarte como candidato a presidente de Rosario Central?

—Porque creo que, para ser presidente de un club como Central, uno tiene que ser consciente de todo lo que hay en juego, de lo que se arriesga. Y como me considero un hijo de Central, y entiendo que el club se encuentra en una situación muy complicada, siento que es el momento de empezar a devolver algo de lo que recibí. A esto hay que dedicarle tiempo, compromiso, trabajo. Y entiendo que llegó el momento de que pueda hacer algo por mi club. Y para ello cuento con el respaldo de mucha gente, tanto a nivel empresarial como de ex jugadores del club.

—¿Por qué te considerás un hijo de Central?

—Porque prácticamente me crié en el club, me eduqué y crecí en Central. Vine desde muy joven. Estuve en la pensión durante las inferiores, y jugué en el club entre los 12 y los 22 años. Central me dio la posibilidad de existir, me dio de comer. Es más, lo poco o lo mucho que soy hoy, se lo debo a Central. Y por eso hoy siento un compromiso, casi una obligación, de ponerme al servicio del club. Y ojo que sé que arriesgo patrimonio, la posibilidad de no poder andar tranquilo por la calle, y hasta de tener que irme de Rosario. Pero tengo las mejores intenciones para sacar al club adelante.

—¿A dónde vas a apuntar con tu proyecto?

—Primero, a hacer las cosas como corresponden en el fútbol, apostando al conocimiento de los ex jugadores del club para formar un equipo competitivo, como la historia de este club lo requiere. Y para lograr eso, no hay nadie mejor que la gente que jugó en Central. Hay que reducir a cero el margen de error en lo futbolístico. En eso se viene fallando y las consecuencias están a la vista. Pero ahora es tarde para lamentos, hay que armar un buen equipo y ganar el torneo de la B Nacional de punta a punta. Después, hay que despolitizar el club. Me parece que Central es la única institución a nivel nacional en donde la política tiene la misma relevancia que una elección municipal, gubernamental o nacional. Eso hay que cambiarlo. Y acá no hay ningún mesías. En este momento, no hay un nombre importante, ni un empresario que por sí sólo pueda salvar a Central. Hay que formar un equipo de trabajo. Y como sé trabajar en equipo, sé diferenciar bien la parte dirigencial de la futbolística.

—¿Quiénes respaldan a la agrupación?

—Tenemos muchos contactos con empresarios de distintos lugares del país. Y además, apoyan el proyecto muchos ex jugadores. Pero la idea es no dar nombres. No queremos involucrarlos porque la idea es no usar a los jugadores para colgarlos de este proyecto. Me parece que los que jugaron en este club siempre tienen que tener las puertas abiertas.

—Faltan pocos días para la elección. Teniendo en cuenta que te lanzaste al ruedo recientemente, ¿creés que vas a tener el tiempo suficiente como para llegar bien a los comicios?

—Sí. Es cierto que salimos a la luz casi en el final. Pero entendimos que estamos ante la posibilidad de mostrarle al socio una opción diferente de las que hoy tiene a la vista. Dicen que el mal vence porque el bien no hace nada al respecto. Me pareció que quedarme mirando desde afuera, y quejándome, no iba a aportar nada.

—¿Central puede estar peor?

—Sí, sin dudas. Si no despertamos rápidamente, si no entendemos la realidad que vive el club, todo puede empeorar. Creo que no vimos la realidad hasta que perdimos el último partido. Y eso es lo que preocupa. Para que las cosas cambien, hay que darle lugar a gente que quiere al club de verdad. Me parece que hoy existen demasiados intereses personales, mucho protagonismo, ambición; inclusive algunos piensan que Central puede utilizarse como plataforma de despegue político.

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