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“Se perdió mucho tiempo”

Binner también apuntó a Giustiniani por plantear una interna en Santa Fe y retrasar la posibilidad de un acuerdo electoral nacional. “La historia se encargará de escribirlo”, dijo lacónico el mandatario.

El gobernador Hermes Binner ratificó ayer que el Partido Socialista tiene que integrarse, con miras a las elecciones presidenciales de octubre, “con quienes nos sentimos cómodos y son realmente progresistas”. De ese modo, el mandatario provincial volvió a declinar la posibilidad, explorada por la UCR, de acordar en un mismo frente electoral con Francisco de Narváez. También volvió a apuntar contra el senador Rubén Giustiniani, al sostener que cree que “se perdió mucho tiempo” con la interna santafesina, lo que perjudicó sus chances de participar en el escenario electoral nacional, como se lo reclaman distintas fuerzas políticas.

“Tenemos que integrarnos con quienes nos sentimos cómodos y son realmente progresistas”, dijo ayer Binner en Santa Fe, durante una actividad de gobierno. Si bien aclaró que respeta a De Narváez y que lo considera un dirigente “representativo” en la política nacional, descartó una posible alianza del socialismo con el referente colombiano de la centroderecha, que competirá por la gobernación bonaerense.

En cuanto a la interna socialista en Santa Fe, que consume buena parte de los esfuerzos del gobernador, Binner sostuvo que la decisión de Giustiniani de presentarse como precandidato a la Casa Gris y competir con Antonio Bonfatti, el delfín del mandatario, postergó su definición nacional.

“Se perdió tiempo y el tiempo no se recupera”, dijo en declaraciones radiales. “Si tengo que darle de comer a un niño, no puedo esperar hasta que tenga 18 años y darle toda la comida junta, lo tengo que hacer ahora”, metaforizó el gobernador.

En el mismo sentido se habían pronunciado el propio Bonfatti y el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, quienes deslizaron la responsabilidad de Giustiniani en la indefinición de Binner a la hora de participar de un armado nacional con miras a las elecciones nacionales de octubre.

Binner sufre por estas horas un tironeo entre el radicalismo, que quiere sumarlo a una fórmula presidencial junto a Ricardo Alfonsín y a una alianza con De Narváez y tal vez con el PRO de Mauricio Macri, y Proyecto Sur y el GEN que lo pretenden para liderar una alianza de centroizquierda.

El gobernador avisó con tiempo que hasta después del 22 de mayo, cuando se realicen en Santa Fe las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, no resolverá su futuro electoral. Si la interna la gana Bonfatti, tendrá plafond para buscar un destino nacional. De lo contrario, su futuro político es más incierto.

—¿Se lo va a facturar toda la vida a Giustiniani–, le preguntó una periodista de Radio 2 ayer a Binner.

—No, la historia se encargará de escribirlo–, repuso el mandatario.

De todos modos, dijo que cree “que sí”, cuando le preguntaron si la decisión del senador nacional de postularse para la Casa Gris había influido en su indeterminación nacional.

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