“Es un proyecto invotable, una vuelta a los 90”, dijo Raúl Lamberto sobre la sanción de la Cámara alta del miércoles pasado, donde se le hicieron cambios sustanciales a la reforma tributaria que venía desde Diputados. Tal como indica el reglamento de la Legislatura, si un proyecto sufre modificaciones en la cámara revisora debe volver a la cámara de origen, y si ésta quiere insistir con el proyecto original debe tener los votos de las dos terceras partes de los diputados. “Vamos a seguir conversando para ver si encontramos consenso para insistir con la aprobación original”, dijo Lamberto, descartando toda posibilidad de que Diputados pueda reunirse para aprobar el proyecto tal como vino desde Senadores. Es cierto que al oficialismo también se le haría cuesta arriba insistir con el proyecto original, toda vez que los diputados de la oposición, habitualmente separados en reutemistas y kirchneristas, esta vez votaron juntos un dictamen por la minoría.
Lamberto conversó telefónicamente con El Ciudadano y calificó a la media sanción de la Cámara alta como “de contenido conservador y regresivo, donde los impuestos se modifican para la mayoría de los ciudadanos, a través del Impuesto Inmobiliario, y no para las grandes empresas, que son las que más capacidad contributiva tienen”.
El diputado oficialista también mostró fastidio por la insistencia por parte de los senadores del PJ en presentar la moratoria de impuestos, a la que calificó “como un blanqueo que favorece a las grandes empresas”.
En relación con las posibles salidas a la situación de ahogo financiero que vive Santa Fe, Lamberto dijo que la “lógica no puede ser perjudicar a los municipios y mucho menos que la variable de ajuste sean los salarios”.
Sobre este mismo punto se manifestó el ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, quien señaló que “la única forma de bajar el déficit es con obra pública cero o rebajando los sueldos. Ésta es una cuestión sin subjetividades, es una cuestión aritmética”. Y remarcó: “Por eso está claro que el objetivo de los senadores es desfinanciar a la provincia”.
Bonfatti dijo también mantener esperanzas de que la Legislatura apruebe al menos el segundo mensaje del Ejecutivo, que propone una sexta cuota de patente para 2009, girar en descubierto, emitir letras y usar el ciento por ciento del Fondo Único de Cuentas Oficiales (Fuco). A esa aprobación supeditó el ministro el pago de los sueldos de diciembre: “La plata está, pero tenemos que pasarla de una cuenta a otra, convirtiendo gastos de capital en gastos corrientes, y para eso necesitamos la autorización de la Legislatura”.
Las modificaciones del Senado
- Deuda pública. Rechazó el giro de cheques en descubierto y la utilización del ciento por ciento del Fuco (Fondo Unificado de Cuentas Oficiales). Autorizó la emisión de deuda por 250 millones de pesos, y sólo para pagar sueldos.
- Nuevos cargos. Autorizó las 22.000 horas cátedras pedidas, pero rechazó los 3.000 cargos que se solicitaban.
- Inmobiliario urbano y rural. Mantuvo los porcentajes que propuso el Poder Ejecutivo, pero rechazó actualizar la valuación de inmuebles.
- Patente automotor. Rechazó la sexta cuota de patente para el presente año, pero permitió un aumento del 20 por ciento para la próxima emisión de 2010.
- Ingresos brutos. Excluyó la aplicación del impuesto al sector industrial y la construcción, pero gravó a empresas foráneas con la alícuota general del 3,5 por ciento.
- Fondo sojero. Aceptó la propuesta de distribuir el 50 por ciento para la provincia y el cincuenta por ciento para municipios y comunas.
- Impuestos de sellos. Rechazó el aumento del 1.000 por ciento que proponía el proyecto oficial.
- Moratoria. Se incorporó un régimen de regularización tributaria por deudas de hasta 5.000.000 de pesos vencidas hasta el 30 de octubre de 2009 para todos los tributos provinciales.
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