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“Nuestro adversario es el PJ”

Giustiniani lanzó su precandidatura a gobernador en un acto multitudinario en la ciudad de Santa Fe, sin acusaciones a sus contendientes internos. Postulará a la intendencia de la capital a Miguel Barrios.

Rubén Giustiniani ratificó sus intenciones de gobernar la provincia. El senador socialista presidió ayer, en Santa Fe, el plenario de su corriente de opinión dentro del partido. Dirigentes y militantes de toda la provincia –con amplio predominio de rosarinos– ungieron al senador nacional como precandidato a gobernador por el Frente Progresista. El 22 de mayo, en las primarias, Giustiniani enfrentará al otro candidato socialista –el ministro Antonio Bonfatti, favorito del gobernador Hermes Binner– y al radical Mario Barletta, quien hará fórmula con el diputado del ARI Carlos Comi. En el plenario de ayer se anunciaron las candidaturas del diputado nacional Miguel Barrios para intendente de Santa Fe y de Eduardo Di Pollina, quien encabezará la lista de diputados provinciales del sector encolumnado con Giustiniani.

El acto, celebrado en el mismo salón que usó Binner para lanzar el último miércoles a su candidato Bonfatti, fue multitudinario. A tal punto que, antes de su discurso, Giustiniani se permitió una broma: “Me dice (el diputado provincial Sergio) Liberatti que en este momento la concurrencia es de 20 mil personas”. El público que colmó la Sala Garay del Colegio Inmaculada, que tiene 800 butacas, festejó ruidosamente el chiste del candidato a gobernador y presidente del socialismo a nivel nacional. Los cánticos fueron dedicados a Bonfatti, pero en su discurso el senador evitó cualquier referencia a la interna partidaria y ratificó el tono propositivo de su campaña. “Largamos”, fue la primera arenga de Giustiniani.

El senador socialista explicó que su campaña hará hincapié en “la alegría” y no en las descalificaciones: acaso la única frase dirigida como mensaje a Binner y Bonfatti, quienes lo cuestionaron por lanzarse a la carrera electoral cuando aún le quedan cuatro años de mandato en el Congreso, fue cuando habló de su “vocación de servicio a la comunidad” y desmintió que su postulación sea “una pura disputa por el poder”. Luego elogió el sistema de internas abiertas, simultáneas y obligatorias: argumentó que le otorgan a la ciudadanía el poder de elegir a los mejores candidatos y señaló que de ese modo se le pone fin a la práctica de selección “a dedo”.

En un gesto inusual, el dirigente rosarino pidió al público que “reconozca” a los otros precandidatos del Frente Progresista. Los fue enumerando uno por uno: Bonfatti, Barletta, Luis “Changui” Cáceres y Comi. A cada nombre, los militantes presentes respondieron con aplausos. Ni chiflidos, ni abucheos. “Nuestros adversarios no son los otros competidores del Frente Progresista; nuestro adversario es el PJ”, agregó Giustiniani. Luego indicó que son más las coincidencias que las diferencias y explicó que esas diferencias quedarán expuestas durante la campaña.

El precandidato definió el perfil de su propuesta: en primer lugar marcó la necesidad de “combatir la pobreza”. “En cuatro años hay que pulverizar la indigencia”, prometió. “Y que no haya más chicos pidiendo en la calle”, añadió. Para ello, propuso “cambiar la política clientelar por una verdadera política de inclusión”. En segundo lugar habló de la educación como herramienta para la inclusión y la equidad. “Vamos a profundizar los avances logrados en los últimos tres años”, aseguró.

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