Juan Manuel Insaurralde empieza a recoger los frutos de su trabajo. A pesar de que tuvo un inicio de torneo irregular, el defensor recuperó su nivel y casi sin pensarlo está a un paso de jugar en Boca y, como yapa, podría estar en la lista de 30 futbolistas que hoy entregará Diego Maradona.
—Un cierre de torneo ideal, ¿no?
—Salió todo redondo. El equipo goleó y gustó, y yo pude hacer un gol. Más no se puede pedir.
—¿Imaginaban una superioridad tan grande contra Gimnasia?
—Uno siempre confía, pero 6-0 es impensado. Nos pone muy contento el rendimiento del equipo. Tuvimos un gran partido con Gimnasia, como en los últimos partidos. Ahora esperamos otra buena presentación con San Lorenzo.
—¿Se lamentan los puntos perdidos que podrían haberles permitido pelear el campeonato?
—Un poco de bronca da. Estar en los primeros lugares de la tabla general es muy bueno y nos pone a la par de equipos como Banfield o Estudiantes, pero uno se lamenta algunos puntos que perdimos en este torneo que nos hubieran permitido pelear este campeonato.
—¿Pensaste que pudo ser tu último partido en el Coloso con la rojinegra?
—Mientras esté en Newell’s, sólo pienso en dar lo mejor con esta camiseta. No sé si fue mi último partido, es un tema que deberán resolver los dirigentes. Pero pase lo que pase, siempre voy a estar agradecido con la gente de Newell’s porque desde un primer momento me abrieron las puertas y me hicieron sentir que era mi casa.
—¿Te genera nervios saber que se está negociando tu futuro?
—Nervios no, ilusión sí. Boca es un club grande y que se fijen en mí es un orgullo muy grande. La expectativa está, pero prefiero pensar en el último partido con San Lorenzo y después esperar que se resuelva de la mejor manera para todos.
—Contra Gimnasia te estuvo siguiendo Mancuso y en la semana Maradona habló muy bien de vos, ¿te imaginás en la lista del Mundial?
—No sabía lo de Mancuso. La verdad, estoy muy contento por eso y por lo que dijo Diego también. Me llena de felicidad que Maradona diga esas cosas de mí. Estar en la selección es un sueño. Y me encantaría seguir soñando y no despertarme de esta realidad.
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