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“Matar a Videla”, entre la realidad y la fantasía

El actor Diego Mesaglio, protagonista del film, habla de su rol en la película de Nicolás Capelli

Mesaglio (centro), escoltado por Juan Leyrado y el director, durante el rodaje.
Mesaglio (centro), escoltado por Juan Leyrado y el director, durante el rodaje.

El actor Diego Mesaglio, quien en tevé se desempeñó en ciclos como Chiquititas y Floricienta, encara su segundo protagónico en la pantalla grande en Matar a Videla, donde interpreta a un joven de 25 años que decide suicidarse y que antes de hacerlo, y con la intención de “dejar un legado”, planea asesinar al genocida Jorge Rafael Videla.

La película, que se conoció la semana pasada en las salas porteñas y que pronto llegará a los complejos de cine rosarinos, cuenta con libro y dirección de Nicolás José Capelli, de 27 años, y cuenta la historia de un muchacho que un día toma la decisión de quitarse la vida y se da un plazo de una semana para saldar sus cuentas pendientes y hacer justicia por mano propia.

“Es cada vez más común que a los adolescentes se les ocurran estas cosas, todos los días aparece un chico que quiso suicidarse. Pero lo raro y divertido de este personaje, Julián, es que quiere dejar huella para ser recordado”, comentó en charla con la agencia Télam Diego Mesaglio.

El actor, que debutó en la pantalla grande a los 7 años cuando estelarizó la producción franco-argentina Amigo mío, definió a su personaje como “una persona que desde que empieza la película tiene todo armado. El suicidio es una decisión tomada, ya sabe que se va a matar, y a partir de ahí surge su deseo de dejar un legado asesinando a Videla”.

El film del que también participan María Fiorentino, Felipe Colombo, Juan Leyrado y Nicolás Condito, y donde tiene una breve participación Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, va siguiendo los últimos pasos de Julián. En principio, el muchacho cumple con lo planeado: renuncia a su hostil trabajo, termina la relación con su novia Lucía (Emilia Attías) y regresa a su pueblo natal para reencontrarse con su familia y sus amigos de toda la vida, con quienes comparte una última cena.

Pero esto no le alcanza al protagonista para trascender en la vida, un objetivo que hasta el momento no había logrado, e impulsado por ese deseo de “dejar huella”, según explicó el actor, decide matar a quien encabezó el golpe cívico militar de marzo de 1976 que dio inicio a la más sangrienta dictadura que haya existido en la Argentina.

Con relación al arriesgado guión, que mezcla la fantasía y la realidad, Mesaglio, quien también participa en la producción del film, señaló: “Es un tema bastante jodido y amplio a la vez, pero como queremos salir al mercado siendo reconocidos, decidimos salir con algo fuerte”.

“Nos estamos arriesgando en muchas cosas –anunció–, y esta película es una prueba de lo que queremos hacer, de cuánto estamos dispuestos a jugarnos”.

Acerca de esa búsqueda, el actor, de 25 años, consignó que “se hicieron 200 reformas en varios tramos del guión”. Por otro lado, y a raíz de la temática que aborda el film, el actor confió que los integrantes del equipo responsable de Matar a Videla “hemos recibido amenazas”. En el mismo sentido, comentó: “También tuvimos muchos problemas legales a raíz del nombre que decidimos ponerle a la película”.

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