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“Los concejales no llegaron por sorteo, tienen votos”

Defiende el presidente del Concejo, Miguel Zamarini, la multiplicidad de bloques en el Palacio Vasallo

 

Zamarini consideró “muy positiva” la designación de Ghirardi en Seguridad.(Foto: Marcelo Manera)
Zamarini consideró “muy positiva” la designación de Ghirardi en Seguridad.(Foto: Marcelo Manera)

Por: Nelso Raschia

 

 Tras la reelección para ejercer un quinto mandato como presidente del Concejo Municipal de Miguel Zamarini, el edil del Partido Socialista habló con El Ciudadano sobre la larga jornada de conversaciones en el cuerpo colegiado, sobre los temas que deberán analizarse en el futuro inmediato en el Palacio Vasallo y contestó las críticas respecto a la existencia de 11 bloques con la presencia de 22 ediles.

Sobre la conformación de las bancadas indicó que “se ha criticado muchas veces que la ley de reducción de bancas le impedía a las minorías acceder al Concejo Municipal a manifestar una observación, una mirada distinta. Ahora hay un pluralismo que contradice al tradicional bipartidismo. Si queremos bipartidismo o partido hegemónico vamos a tener uno o dos secretarios de bloque. Si queremos más pluralismo, más miradas distintas, si queremos expresar al ciudadano cuando vota, entonces tenemos once bloques”.

 “Eso tiene que ver con lo que el ciudadano ha votado, cuando hay internas abiertas y obligatorias todos estos candidatos tienen votos, no llegaron allí por sorteo, tienen votos. Cada uno refleja los votos que obtuvo y quiere tener un bloque porque quiere diferenciar su mirada, su proyecto, su corriente de opinión dentro de su partido. Creo que eso es válido y tengo que darle un secretario de bloque y un auxiliar. Si antes había 7 bloques y ahora hay 11, habrá 4 secretarios y 4 auxiliares de bloque más”.

—¿Estimaban que finalmente la presidencia la mantendría el socialismo?

—Es el derecho que asiste a la primera minoría como consecuencia de la voluntad ciudadana, sumada a la del 2007 y a la elección de este año. El bloque Socialista es la primera minoría y eso hay que respetarlo. Recuerdo que cuando yo era presidente del bloque y teníamos 8 concejales, reconocimos los 9 del Partido Justicialista, aunque había una diáspora. Dijimos: “El nombre que proponga el justicialismo lo vamos a acompañar”, y lo hicimos. Fue Agustín Rossi, que tenía 3 votos. En la elección actual al justicialismo tiene 5 concejales y le corresponde la vicepresidencia primera; mientras que el radicalismo tiene 3 concejales. No hubo una propuesta y por ello salió Jorge Boasso, pensamos que iba a haber una, incluso también Gonzalo del Cerro. La satisfacción es que el Concejo resolvió esto. Lo que más me preocupaba es que el Concejo quedara trabado. Si no elegía autoridades, no conforma comisiones, no tiene quórum, es un problema institucional. Si estuviera acéfalo todo el mundo iba a apuntar a la responsabilidad del socialismo y del Frente Progresista. Eso era lo que más me pesaba, en una responsabilidad política de más de 30 años. Al destrabarse las autoridades, comenzó a resolverse el resto y la distribución de las comisiones con la oposición, porque nadie puede creer que Jorge Boasso o Laura Weskamp, que se abstuvieron, sean oficialistas.

—¿A partir de la nueva composición, necesariamente se visualiza un Concejo de más diálogo?

—No llegaría nunca un expediente sin consenso. Por ejemplo, si un expediente está caratulado Presupuesto y Gobierno, en Presupuesto la mayoría es del oficialismo y en Gobierno de la oposición: si no hay consenso no llegaría nunca al recinto. ¿De qué desempate podemos hablar entonces? El presidente del Concejo tendrá doble voto cuando el expediente llegue al recinto y tendré que analizarlo antes para tomar una decisión. Por ejemplo aumento de tarifas. Se ha discutido diez veces y no se destraba. Entonces se tendrá que apelar a la oposición para que nos ayude a resolver el problema. Habrá que hacer reuniones con las secretarias y secretarios del Ejecutivo y aún con el propio intendente que tendrá que decir a la oposición que nos tiene que acompañar. No a apoyar, ni a festejar la iniciativa del intendente, sino a dar quórum. Es complejo, pero muy interesante. Son las reglas de juego.

—Se vuelve a una situación que fue histórica en los gobiernos socialistas de no tener mayoría propia en el Concejo. Y esto ocurrió tanto en las gestiones de Héctor Cavallero como de Hermes Binner.

—En estos dos últimos años tuvimos mayoría propia, no automática. Porque mayoría automática es lo que se usa todo el tiempo. Uno trata de que no ocurra.

—¿La capitalización de la Empresa Mixta de Transporte Rosario (Emtr) se tratará antes de fin de año?

—El lunes las autoridades de la Mixta van a ir a informar, allí se escucharán los cuestionamientos. El tema hay que habilitarlo, porque si a la Mixta no la capitalizamos se cae. Después de la asamblea de accionistas se va a realizar otra reunión en el Concejo para ver cuánto pone el privado y cuánto el Estado. Mientras que el viernes 18, tras la sesión habrá otra reunión con las otras empresas para ver qué está pasando con los subsidios, porque tiene que ver con la realidad del sistema. Nadie piensa que el desfase actual lo va a pagar el usuario. De ninguna manera. No porque seamos oportunistas, sino porque afecta al sistema: los usuarios se bajarían proporcionalmente.

—¿Cuál es la opinión respecto a la designación de Horacio Ghirardi como secretario de Seguridad de la provincia?

—Es un hombre del socialismo con mucha experiencia en gestión. Está en la función pública desde 1995 cuando arranca Hermes Binner como intendente. Me parece muy positivo.

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