El piloto bonaerense Marcos Patronelli finalmente despejó todas las dudas en torno a su presente deportivo, al confirmar ayer su presencia en la tercera edición del Rally Dakar, que se disputará por caminos de Argentina y Chile.
Patronelli recibió el alta médica de parte de los facultativos del hospital Italiano que lo operaron de los tobillos y aseguró estar ocho puntos en una escala de diez.
“Estoy muy feliz de estar aquí. Quiero agradecer a todo el equipo en general que me hizo sentir que es una gran familia”, dijo el único argentino en ganar un Dakar.
Patronelli, quien en noviembre último tuvo un accidente mientas se entrenaba de cara a la carrera, reveló que a raíz de la violenta caída sufrió la fractura de ambos tobillos, la rotura del ligamento interno y la fractura de la clavícula.
Sin embargo, y pese a la gravedad de la lesión, el piloto oriundo de Las Flores decidió participar en la prueba cuando muchos aseguraban que estaba afuera.
Patronelli, quien ofreció ayer una conferencia de prensa en un local de comidas de Puerto Madero, aseguró que no tendrá problemas en correr esta nueva edición del rally ya que desde chico maneja el cuatriciclo sentado. Durante el encuentro, del que participó también su hermano Alejandro, recordó el accidente y aseguró que el golpe que sufrió fue realmente violento.
“El golpe fue muy fuerte. Iba a más de 140 kilómetros cuando se me salió la rueda del cuatri. Intenté manejarlo pero me sacó para el lado de la banquina. Cuando me tiré y caí sentí un fuerte dolor en las piernas”, dijo al recordar el accidente.
“Me puse a llorar y me dije que nunca más me subiría a un cuatriciclo, pero luego la cosas fue mejorando y con el apoyo de toda mi familia estoy acá ansioso por largar el sábado”, acotó.
Lejos de tener temor para afrontar la carrera Marcos adelantó que intentará acelerar todo lo posible. “El rally es muy largo y lo gana el que mejor hace las cosas y no el que anda más rápido o tiene el mejor cuatri”, dijo a modo de conclusión final.
La carrera se pondrá en marcha el sábado próximo desde la rampa montada especialmente para la ocasión en la periferia del Obelisco porteño. Desde allí partirán las más de 500 máquinas que recorrerán un total de 10 mil kilómetros en Argentina y Chile.
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