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“La rentabilidad empresaria es un factor inflacionario”

Por Guillermo Griecco.- El economista Eduardo Basualdo rechazó la idea de que la suba salarial empuje el aumento de precios.

El economista Eduardo Basualdo estuvo en Rosario para presentar su último libro “Sistema político y modelo de acumulación”. En diálogo con El Ciudadano, el investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) se refirió al proceso económico-productivo-laboral de los últimos años en el país y aseguró que “es indispensable que desde el Estado se definan alianzas sociales claras para sostener esa dinámica”. Habló de la inflación y del objetivo de sectores del empresariado de ponerle techo a la discusión salarial en 2012, intentando atar la suba de haberes a los aumentos de precios. “La rentabilidad empresaria es un factor de inflación”, consideró. También reflexionó sobre la agitación en torno del dólar de las últimas semanas y los efectos locales que trae la crisis internacional. Basualdo fue invitado por el Movimiento Martín Fierro, y compartió su ponencia en la Facultad de Humanidades con Victorio Paulón, secretario gremial de la CTA.

—El kirchnerismo plantea como eje de su tercer período de gobierno la “profundización del modelo”. ¿Cuáles son los pilares, las debilidades y los desafíos de ese modelo hacia 2015?

—El desafío debería ser asentar un patrón de acumulación centrado en la industria, con un Estado que participe en la producción y una distribución del ingreso que retome los valores de participación del peronismo original. Esto implica, desde mi punto de vista, que no es sólo un problema económico, sino que es un problema de definir cuáles son las alianzas sociales que van a sustentar esta dinámica. Lo económico es una resultante de las alianzas políticas y sociales que se van concretando en el tiempo. Sabemos que un núcleo central del ciclo kirchnerista, sobre todo a partir de la resolución 125, es la clase trabajadora. Pero, ¿con qué sectores se da la alianza y qué tipo de Estado vamos a tener? Hay que definir si hay un Estado que participa únicamente en términos de política económica, o un Estado que tenga injerencia en la producción, cosa que me parece sumamente importante.

—En los últimos años el gobierno intentó mostrar un modelo con perfil industrialista, basado en la producción, el trabajo y el mercado interno…

—Sí, pero el Estado no se ha involucrado de lleno en la producción de bienes y servicios con una acción directa. Sobre todo de bienes en el caso industrial. Se avanzó en la estatización a medida que han aparecido crisis, falencias, problemas en la administración en las empresas de las cuales se apoderaron los sectores dominantes en etapas anteriores. Y para avanzar hay que tocar intereses.

—Un tema que le preocupa a la clase trabajadora es la inflación. ¿Cómo se resuelve esta problemática?

—Es un tema candente y lo será aún más en 2012, sobre todo cuando se empiecen a discutir las paritarias. Supuestamente hay un ala progresista en la Unión Industrial Argentina. Sin embargo, la UIA insiste que un factor fundamental de la inflación fue y será el nivel salarial, que en los últimos años se movió por encima de la inflación. Hay una diferencia entre lo que es el nivel salarial y el costo salarial, porque así como aumentaron los salarios uno puede decir que el nivel del salario real está un poco por encima del nivel que tenía en 2001, en el ocaso de la convertibilidad. El principal vehículo redistributivo de 2003 en adelante fue el incremento de la ocupación, pero no el incremento salarial. Además, aumentó de manera significativa la productividad, ya que hoy cada ocupado produce un promedio de 25 por ciento más. En tanto, el salario real aumentó mucho menos que ese 25 por ciento desde 2001. Con lo cual el costo salarial está por debajo de 2001, y está aún más bajo que en 2007, cuando recrudecieron los episodios inflacionarios. Entonces uno debe descartar el salario como factor de inflación. En realidad hay otros factores que tienen que ver con la rentabilidad empresaria. Los empresarios dicen que es necesario poner techo a la suba salarial de 2012 porque de lo contrario habrá un recrudecimiento inflacionario. Si no hubo un incremento del costo salarial en todos estos años, no tiene evidencias empíricas que el costo salarial sea un factor de inflación.

—¿Qué piensa sobre la agitación en torno al dólar, la fuga de capitales y las medidas que adoptó el gobierno nacional en los últimos días?

—Cómo hipótesis, ya que no se conocen datos precisos, aparentemente lo que uno puede observar es que son expresiones de la crisis mundial. Hay una demanda de capitales extranjeros predominante en la economía argentina para remitir divisas a los países donde están las casas matrices de las grandes empresas, donde estalla esta crisis tan peculiar, que tiene como epicentro a los países desarrollados.

—¿Cómo encuentra parado al país esta crisis internacional?

—Hay cierto entrenamiento con la crisis de 2008-2009. Por otro lado hay que ver cuál es la profundidad de la crisis con este tipo de expresiones nuevas que se vieron en los últimos días porque esto no pasó en 2009. Todavía es muy amplia la extranjerización de nuestra economía. De todas maneras, la Argentina viene de un año excepcional de crecimiento con un fuerte incremento de la inversión.

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