Marcos De Carlo
Con la sanción de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que culminó con más de 20 años de debates en torno al rol que los medios debían cumplir en la sociedad, comenzó un cambio de paradigma en la Argentina. De visita en la ciudad de Rosario, Néstor Busso, presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual y director del Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), analizó junto a El Ciudadano el presente de ese nuevo marco teórico que impone la ley, a la que catalogó de “gran avance para la democracia” de la Argentina.
“La elaboración de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual responde a un largo debate, que en realidad tiene más de 20 años y se inició en la recuperación de la democracia. Pero ese debate se hizo más intenso en los últimos cinco años, cuando se elaboraron los 21 puntos básicos por el derecho a la comunicación .La Coalición por una Radiodifusión Democrática promovió el debate, hizo la propuesta y consiguió, en definitiva, que esos 21 puntos fueran la base de la nueva ley, gracias a la decisión de la presidenta Cristina Fernández”, indicó Busso.
La Coalición por una Radiodifusión Democrática se constituyó en2004 a través de un grupo de sindicatos de Prensa, universidades, organizaciones sociales, radios comunitarias, pequeñas radios comerciales y organismos de derechos humanos. La Coalición presentó un informe de 21 puntos para configurar una Ley de Radiodifusión para la democracia que reemplazara a la por ese entonces vigente Ley Nacional de Radiodifusión, sancionada durante la última dictadura militar.
Finalmente, en agosto de 2009, la presidenta Cristina Fernández envió un proyecto de ley a la Cámara de Diputados para reemplazarla Ley de Radiodifusión y, luego de ser debatida durante más de un año, finalmente fue transformada en ley.
“Se ha avanzado mucho y hay un elemento fundamental: que además de la ley logramos instalar en la sociedad el debate sobre la comunicación, sobre el rol de los medios. Me parece que eso ya es muy importante para el fortalecimiento de la democracia”, sostuvo Busso.
“En lo que hace a la aplicación, la ley está vigente. Ha habido dificultades, como era de esperar, por la acción de los grupos económicos que ejercieron todo su poder para intentar postergar la aplicación de la ley. Pero ya hay muchas cosas que los medios cumplen o deberían cumplir: las cuotas de producción local y propia, la programación infantil, la producción nacional y el porcentaje de música nacional, entre otras. Todo eso está vigente, como así también la exigencia de la carpeta de acceso público en todos los medios, lo que significa que cualquier persona tiene derecho a conocer quiénes son los titulares del medio, y tienen derecho a conocer la publicidad oficial que reciben”, agregó el presidente de Farco.
Una de las banderas de esta nueva ley es combatir la concentración de los medios que se dio a lo largo de las últimas décadas y para ello busca garantizar la “diversidad y pluralidad” en las voces de la información. En este sentido Busso explica la creación de nuevos medios audiovisuales: “Existían en la Argentina sólo 33 canales privados y una docena de canales públicos. Ahora se han adjudicado autorizaciones para todas las provincias, todas las universidades públicas y se está llamando a concurso para nuevos canales de televisión. Son 220 canales ya convocados. Esto va a posibilitar multiplicar las voces, diversidad y pluralidad, eso es lo que la ley busca”.
—¿Los medios están cumpliendo la cuota de producción propia que deben tener según la ley?
—Lamentablemente todavía no se está cumpliendo como se debería cumplir, porque esto significaría que no podrían funcionar más las repetidoras de señales de Buenos Aires o de cualquier otro lugar del país. Es decir, cada radio, cada canal de televisión, debe tener producción local y propia, con informativos en sus horarios centrales y eso no se está cumpliendo. Hay que verificar cada situación, porque el proceso administrativo lleva su tiempo, ya que significa inspección, notificación, tiempos para hacer los descargos, aplicación de las sanciones, y todo se va haciendo en forma gradual. Así que hay que respetar todos esos tiempos institucionales para garantizar los derechos de todos, pero tendrá que cumplirse lo que dice la ley y por lo tanto esas repetidoras de emisoras, fundamentalmente de Buenos Aires, no podrán seguir funcionando tal cual lo estaban haciendo hasta ahora.
—Uno de los puntos que generó resistencia por parte de los grandes medios de comunicación es el de la desinversión, que incluso está frenado en la Justicia. ¿Cómo se encuentra ese tema?
—En realidad está trabado el artículo 161, que no habla de desinversión. Desinversión es para unos pocos, para los grandes grupos que han logrado instalar ese nombre. El artículo es de readecuación a la ley y exige a los actuales prestadores de servicios que cumplan la ley, especialmente en lo que hace al régimen de multiplicidad de licencias, la cantidad de servicios que pueden prestar. El Grupo Clarín ha presentado una demanda, ha obtenido una medida cautelar que está en debate en la Justicia. Lo que se debate es si un año es un tiempo prudencial para adecuarse a la ley o no. Y lo llamativo es que la medida cautelar ya lleva dos años. Pero bueno, está en la Corte Suprema de Justicia, que ya ha dicho que la medida cautelar no puede tener el efecto de sentencia, como de hecho lo está teniendo, y que la medida cautelar tiene que tener un plazo razonable, con lo cual esperamos que a la brevedad la Corte defina esta situación y haga cumplir la ley como corresponde.
—¿Se van cumpliendo en estos dos años de aplicación los objetivos por los cuales se creó la ley?
—Se va avanzando, la nueva ley implicó un cambio cultural muy profundo. Y va a llevar años asegurar esa pluralidad y diversidad que requiere el nuevo modelo comunicacional. Va a ir avanzando en la medida que podamos avanzar en un país más respetuoso de la diversidad, de la pluralidad, del respeto a la dignidad de todas las personas. Así que el avance en esta ley es también el avance de la democracia, el avance de un proceso de inclusión, de redistribución de la riqueza, va todo de la mano. Y va a llevar tiempo porque el modelo impuesto por la dictadura y continuado en la etapa neoliberal se ha arraigado, pero es evidente que hay cambios muy importantes en el país, que estamos avanzando y tenemos toda la confianza de que eso va a continuar.
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