“Hay una vuelta a la figura del médico generalista”

Armando Schmukler, del Colegio de Médicos, analiza la situación de los profesionales de la salud en su día.

Un día como hoy pero de 1833 nacía en Puerto Príncipe el médico cubano Juan Carlos Finlay, quien descubrió que el mosquito aedes fasciatus era el responsable de la transmisión de la fiebre amarilla. Por eso hoy se celebra el día del médico en América, y para saber qué pasa con la realidad de los profesionales de la salud, El Ciudadano habló con  Armando Schmukler, presidente del Colegio de Médicos del área sur de la provincia, clínico y terapista intensivo, con 34 años de experiencia en su trabajo, quien saludó “a todos los médicos en su día, por haber elegido una profesión de tan alto contenido humano”.

—¿Se puede analizar la situación del médico hoy en el marco de un contexto histórico?

—No es fácil establecer comparaciones. Lo concreto es que la medicina tuvo un fuerte desarrollo y cambios operativos. Cincuenta años atrás hablábamos de un médico generalista. El devenir del tiempo aumentó las especialidades, y hasta las subespecialidades. Por ejemplo, ahora tenemos no sólo cardiólogos, sino cardiólogos intervencionistas, y demás. De pronto hay una sobrevaloración de la tecnología en desmedro del recurso humano. No desapareció pero se opacó la figura del médico generalista, del médico consejero, en pos de la súper especialización. Aunque ahora hay una vuelta a la valorización de esa figura que es capaz de englobar toda la problemática. Como todo tiene sus vaivenes. La población, el paciente es el que va buscando las especializaciones, creyendo que ir al especialista es mejor que la cosa holística. El gran desafío es reconsiderar el valor del recurso humano. El valor de la consulta, de la escucha, del acompañamiento.

—La explosión de la información médica a través de Internet, ¿complica la acción de los médicos que se ven sometidos a cuestionamientos que antes eran impensados?

—Al médico no lo complica. La medicina no es una receta de cocina. Hay que saber seleccionar. Si usted entra hoy a Google la palabra tuberculosis encontrará un millón y medio de sitios que hablan del tema, pero hay que saber elegir la información correcta. Eso lo puede hacer sólo el médico que ha pasado por una facultad y tiene su propia experiencia. La Internet no soluciona nada en ese sentido, es una herramienta maravillosa, de un alcance y una utilidad superlativa, pero muchas veces complica al paciente que no tiene todas las herramientas para analizar la información.

 —¿Es sencilla la inserción laboral de un nuevo profesional?

—Hoy por hoy tiene grandes dificultades para insertarse en el mercado laboral. El que recién egresa va a tener todas las dificultades, incluso cuando pueda acceder a una fuente laboral. Es cierto que hay sistemas de residencia y concurrencia. El Colegio Médico y la Facultad de Medicina tienen una colaboración permanente en lo que hace el postgrado. Pese a ello, no satisfacemos a todos. Sólo tres de cada diez egresados tiene posibilidades de postgrado.

—Con Amra (Asociación de Médicos de la República Argentina) de paro en todo el país, parece difícil el panorama que atraviesa la profesión…

—La situación en la medicina tiene sus particularidades. La parte pública y la privada más o menos se reparten en igual proporción a los pacientes. Quizás algo más en la parte privada. Cada sector tiene sus dificultades, que tienen que ver con sus propias particularidades. Los problemas son similares, aunque en la parte privada no se manifiesta con un paro o con una huelga.

—El médico vela por la salud de sus pacientes, ¿cómo está la salud de los médicos?

—Es conocido el problema del síndrome de agotamiento profesional, también conocido como síndrome de Burnout,  muy común en los médicos, sobre todo en terapistas intensivos, psiquiatras, anestesistas, aunque no se reduce en esas especialidades. Es un cuadro muy complejo, al que hay que prestarle especial atención.

—Qué balance hace del año y que proyectos hay en el Colegio para el año próximo?

—El balance es bueno porque se cumplieron los objetivos básicos. Tenemos fondos solidarios para los colegas. En tiempos de la Gripe A apoyamos con recursos a los médicos que no tenían cobertura y también tenemos un fondo de previsión de mala praxis médica, por estas situaciones que a veces se generan montadas en apetencias del paciente o de terceros, instigados por ciertos abogados.  Todas estas cosas se cumplieron y también hemos incursionado en la cultura. Para el año próximo queremos profundizar lo hecho en este año.

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