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“El hijo de Felipe heredará el anonimato”

Carlotto dijo que el caso es casi “una guerra” cuando sólo buscan “la verdad".

“Queremos la verdad de si son o no hijos de desaparecidos”, remarcó ayer la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien aseguró que la controversia judicial sobre el origen de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, Felipe y Marcela Noble Herrera, “se está transformando en una guerra que no debería haber existido porque no hay una intención política en el medio”.

“Lo que existe es una violación gravísima que no prescribe”, se quejó la jefa de Abuelas. Y advirtió: “Si hay amor como dice la señora, ¿por qué no allana esta verdad para los chicos?”.

“Esto se está transformando en una guerra que no tendría que haber existido porque acá no hay política en el medio, aquí hay una violación gravísima que no prescribe. Si llegan a ser nuestros nietos, nadie los va a sacar de donde están ni les van a impedir vivir con quien quieran, ni hacer su vida normal, ni recibir las herencias que les corresponda: solamente van a saber quiénes son”, explicó.

Por otro lado, Carlotto, culpó a la directora de Clarín de “perturbar permanentemente, con la anuencia lamentable de la Justicia, un proceso necesario y que solamente se va a terminar el día que esto se aclare definitivamente”.

“La realidad es que hay toda una trama muy sospechosa porque nosotras estamos desde hace más de 20 años detrás del caso. Fuimos voluntariamente pensando que esta señora había adoptado sin saber el origen de estos dos chicos, cosa que ha pasado con otros 15 ó 16 casos que hemos encontrado, con familias de buena fe que recurrieron a la Justicia de menores y adoptaron chiquitos que luego resultaron ser nietos buscados, y nunca perturbaron el encuentro de las familias con estos chicos”, explicó.

“En este caso no pasó nada de eso. Pensamos que la señora de Noble era inocente, fuimos a hablar en el 92, pero no nos recibió. Nos recibió Héctor Magneto, él pretendió que nosotros denunciáramos a quienes habían denunciado a la señora y nos iban a decir el nombre de las presuntas madres. Una cosa absurda”, agregó.

“La causa se inició en 2002, llevamos ocho años. Por qué si hay inocencia, hay amor, hay buena voluntad por parte de quien dice quererlos, no allana esta verdad para los chicos, sean o no nuestros nietos, porque la preocupación de Abuelas son los chicos”, agregó.

Carlotto insistió en el perjuicio que se les está causando a los propios hijos adoptivos de Noble, “porque ahora con todo este manoseo, Felipe y Marcela siguen siendo rehenes de una historia visible”.

“Se preguntan cosas, se los asedia, y eso no lo queremos”, insistió Carlotto.

Y concluyó: “Felipe va a ser papá dentro de poco y ese chiquito va a heredar también anonimato de su origen, como lo tiene su papá”.

En ese marco, Carlotto insistió: “Es una cuestión tan humana, que se está bastardeando y se está queriendo poner en una guerra del gobierno contra la señora cuando esto comenzó con una carta que esta señora escribió en el año 2003 donde dice que ha hablado muchas veces con sus hijos sobre la posibilidad de que sean hijos de desaparecidos y víctimas de la represión ilegal, que no tiene nada contra nosotras, las Abuelas. Pero fueron sólo palabras”.

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