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“El cataclismo de una victoria republicana podría destruir a los EE.UU”

Por: Profesor Luis D'Aloisio.- Tal es la apreciación que sobre una victoria del GOP (Grand Old Party), o sea el partido republicano, al cual se lo conoce allí por esa sigla, tiene el famoso comentador de T.V. Keith Olbermann. EE.UU: abrieron los colegios electorales

Tal es la apreciación que sobre una victoria del GOP (Grand Old Party), o sea el partido republicano, al cual se lo conoce allí por esa sigla, tiene el famoso comentador de T.V. Keith Olbermann. Por si esto fuera poco, refiriéndose al apoyo que el movimiento del Tea Party ha dado al GOP, se ha referido a ellos como “un grupo de individuos no calificados, inestables, que harán lo que se les diga a cambio de dinero y poder y que llevarán a esta nación, tan atrás como ellos puedan…Es nada menos que un intento de usar la democracia para terminar con ella, de comprar a EE.UU a precio de remate, acabar con las libertades y la solidaridad que juntas han hecho de este país la envidia del mundo…Una cosa es ser atacados desde afuera, pero es peor ser atacados por aquellos que quieren destruirnos desde adentro”.

¿Por qué me acuerdo de Sor Juana Inés de la Cruz? ¿Tienen memoria de aquellos versos?:

Hombres necios que acusáis

a la mujer sin razón,

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis.

Digresión poética aparte, la campaña se ha cerrado con una virulencia fenomenal, de la cual, la antedicha cita es sólo una muestra del espíritu que anima a los partidarios – ¿o debería llamarles operadores mediáticos? – de los demócratas ante el seguro diluvio de votos conservadores, en el cual ahogarán su arrogancia estos conspicuos elitistas de la progresía norteamericana.

Newsweek ha llamado casi con tono marcial a “parar la agenda del GOP” pues “un apoderamiento del ala derecha republicana del Congreso, es algo que no se puede aceptar”.

En la cadena MSNBC de TV, el conductor del programa “Hardball”, entrevistando al ex luminoso presidente Carter le dice refiriéndose a los miembros del Tea Party: Yo pienso que no todos ellos son locos, muchos parecen ser gente normal de clase media, que va a los servicios de la iglesia, como usted mismo lo hace, ¿Qué piensa de eso?” y el iluminado manisero de Plains, Georgia, contestó:”El movimiento del Tea Party ha sido casi completamente financiado por oligarcas de la derecha dura…ha sido sobornado por ellos, quienes no dan una puntada por la clase trabajadora y sólo buscan su propio beneficio”. El conductor le contestó: “bien, yo desearía que ellos – los Tea Partiers – supieran eso. Hay que estar muy poco avisado para no darse cuenta de la conclusión acerca de ese movimiento de opinión: son unos estúpidos que no saben que son peones de los poderosos ricos derechistas.

Es asombroso. Yo siempre creí que los poderosos ricos como Soros, Bill Gates, los Rockefellers, Packard, Ford, Ted Turner y varios etcéteras más eran los millonarios que apañaban cuanta locura progre se abatía sobre los EE.UU. y sobre el mundo. Ahora gracias a la corporación mediática y al rey de los mediocres , Jimmy “El manisero”, me vengo a enterar del tremendo error en el que estaba. Debería agradecer siempre el que uno se encuentre con estos iluminados que esclarecen a todos, pero en especial al torpe pueblo norteamericano que hace las cosas sin saber de que se trata.

De lo que de veras se trata es de descalificar a un movimiento como el de los Tea Parties – y siempre se debería referir a ellos en plural, pues no es un movimiento monolítico – dada su raíz verdaderamente popular y espontánea que reapareció en los EE.UU.  para enfrentar por igual a demócratas y a la “oposición oficial” del GOP. Se equivoca enormemente quien ve en tal movimiento una reacción a la política progre-izquiedista de los Demócratas, sin querer ver que es una lucha por los valores tradicionales que ha sostenido el pueblo norteamericano, los compartamos nosotros o no, y cuya clase política, la de ambos partidos, ha traicionado.

Hace ya más de trescientos años, los colonos ingleses residentes en América, llevaron a cabo una revolución que fue dirigida en contra del poder de un monarca que gobernaba esas colonias con un poder desidioso y opresivo, que cargaba de impuestos injustos  y excesivos a esos súbditos americanos. Añadido a ello ignoró sus costumbres y sobre todo su anhelo de libertad, tratándolos con desprecio y desdén. Aquél monarca perdió su soberanía sobre las tierras de América del Norte. Por torpeza, por ideologismo o al menos por permitirlo y dejar que los poderosos de turno expoliaran al pueblo en nombre de sus privilegios.

Hoy puede producirse la reedición de aquél primer Tea Partie, cuando la ira de los ciudadanos tratados por esta elite bipatidaria, como si fueran tontos de capirote, barran con la actual composición del Congreso, demostrando de esa manera, que en estos días el opresor no es un gobieno colonial opresor, sino que es su propia clase política la destinataria de la revuelta.

Estas cosas pasan cuando los ciudadanos perciben a su propio sistema vuelto contra ellos mismos y tratados con desprecio en lo que ellos más aman.

Bueno para aprender en cabeza ajena.

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