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“Disputa cultural sin fin”

El ministro de Educación expuso los pasos dados para instrumentar y fortalecer la educación sexual integral en las escuelas de todo el país, pero advirtió sobre los obstáculos que aún hay que superar.

El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, expresó ayer su satisfacción porque se está avanzando “con éxito” en la implementación de la educación sexual integral en los establecimientos educativos de todo el país, pero advirtió que su puesta en marcha “exige una disputa cultural que no tiene fin”.

Ante el Consejo Nacional de Políticas Sociales –que su cartera integra junto con los ministerios de Desarrollo Social; Salud y Ambiente; Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; Economía y Producción, y Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios– el ministro expuso las distintas acciones que se han desarrollado y que se llevan adelante actualmente para garantizar y extender la implementación de la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (sancionada en octubre de 2006) en las escuelas de todo el territorio nacional.

El funcionario indicó que “es difícil” que todas las comunidades acepten la educación sexual integral como un derecho. “Por eso –dijo– lo que tenemos que hacer es trabajar con firmeza y prudencia también, tratando de que las familias entiendan que no competimos sino que convergemos con ellas, intentando que aquellas provincias que son más conservadoras, con fuerte presencia de confesiones, también entiendan que es un derecho de los niños, niñas y jóvenes”, indicó.

En ese sentido, el titular de la cartera educativa detalló: “En el norte los embarazos de menores de 18 años son el 25 por ciento; es una cifra inaceptable para un país que quiere tener una democracia sólida”.

“Esa situación, más las enfermedades de transmisión sexual y el maltrato y abuso sexual intrafamiliar, forman parte de las luchas que pretendemos dar con la educación sexual integral, en la que están de acuerdo el 95 por ciento de los docentes, y el 50 por ciento de ellos nos piden ayuda para trabajarla en las aulas”, agregó.

Entre los aspectos más difíciles que se han manifestado a la hora de abordar en las escuelas la temática Sileoni mencionó la confluencia de la ciencia y la creencia religiosa.

“Es una discusión que saltamos por arriba, porque nosotros decimos que todo el mundo tiene derecho a recibir información científica y veraz, y todo el mundo tiene derecho a acompañar esto con su ideario. Se puede decir que la virginidad es un valor, pero hay que explicar también que el único método seguro para prevenir el embarazo y las enfermedades infectocontagiosas es el preservativo”, señaló.

El ministro expuso también las distintas acciones que se llevan adelante para fortalecer la aplicación del documento Lineamientos curriculares para la Educación Sexual Integral, aprobado por todos los ministros de Educación del país en mayo de 2008.

Entre esas acciones se destaca, por ejemplo, la serie Cuadernos de Educación Sexual Integral que se realizó, presentó y distribuyó a todas las provincias del país, con materiales que responden a lo solicitado por los docentes en una encuesta realizada en 2007 acerca del estado de situación de la educación sexual en el ámbito escolar.

La muestra –llevada a cabo por las carteras de educación y salud– estuvo conformada por un total de 2.261 docentes de diez provincias, donde un 50 por ciento manifestó la necesidad de formación y materiales de apoyo, y más del 95 por ciento reconoció que enseñar educación sexual es parte de su rol.

Los cuadernos fueron distribuidos, junto con trípticos y láminas expositivas, destinados a escuelas de gestión pública y privada, con el propósito de facilitar el trabajo de los docentes y colaborar con la efectiva incorporación de la educación sexual en las aulas.

Además, el Ministerio de Educación de la Nación brinda a los educadores diversas estrategias de formación (de modalidad presencial y/o virtual) con el fin de profundizar contenidos para abordar la temática frente a los alumnos y las alumnas.

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