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¿Qué hacemos con las islas Malvinas?

Dr. Arturo Ignacio Araujo.

Partamos de la base de que queremos recuperar las islas Malvinas al patrimonio territorial de la República Argentina; de lo contrario comencemos desde el nivel menos cero a debatir el tema.

Los medios válidos y legítimos los fija la Constitución Nacional (según reforma de 1994) cuando en disposiciones transitorias expresa: “La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.

Pero esta suerte de imperativo legal se ejecuta espasmódicamente por parte de los sucesivos gobiernos que no diseñan, ni menos ejecutan, una política internacional que produzca avances aunque sean pequeños.

Ocurre que el gobierno reacciona cuando la plataforma de trabajos de prospección se encuentra próxima a arribar, sin perjuicio de lo cual, yo aplaudo el dictado del decreto Nº 256/10 y las declaraciones de apoyo latinoamericano a la posición Argentina, recibidas en la reunión de Cancún, en especial de Chile, Uruguay y Brasil.

Pero todo esto no puede quedar circunscripto a meras declaraciones, pues si una siderúrgica desde el puerto de Campana se disponía a llevar tubos sin costura rumbo a la zona de exploración, es adecuado que se impida y que se extienda la prohibición a todo tipo de suministros, combustibles, alimentos, etc.

El acompañamiento sincero de los países hermanos citados, debería concretarse en similares restricciones al flujo de aprovisionamientos para encarecer y tornar compleja la exploración petrolera.

Pero éstas no son ocurrencias mías; recomiendo la lectura del artículo aparecido en diario La Nación del 28 de febrero titulado: “Hay que dificultarles la exploración petrolera”, reportaje a Guillermo Makin, quien en un párrafo expresa: “…hay que hacerles incómodo el statu quo a los isleños y a los británicos, que es lo que más le conviene a ellos y en lo que ha fallado la Argentina. Esta medida anunciada de requerir permisos a todos aquellos barcos que utilicen puertos argentinos o atraviesen aguas argentinas para llegar a las islas, si es efectivamente implementada, hará que los británicos empiecen a moverse hacia el terreno de las negociaciones, más allá de las declaraciones”.

En síntesis, no nos pidamos sacrificios inalcanzables al menos para estos tiempos, como el éxodo que Belgrano le pidió al pueblo jujeño, simplemente hagamos cuesta arriba y más onerosa la usurpación de nuestro territorio y la sustracción de nuestros recursos naturales.

¿Es mucho pedir?

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