Para muchos chicos, el despertar de este miércoles fue especial. También es un deseo: que todos puedan disfrutar de la magia que encierra la celebración de los Reyes Magos, esquivando las creencias religiosas y las situaciones socioeconómicas, por el sólo derecho de ser niño y habitar el mundo de las ilusiones.
Las leyendas que giran en torno al festejo de Reyes Magos, que se celebra el 6 de enero, son muchas y muy variadas. Una festividad de la Navidad, que se celebra con distinta intensidad en el mundo.
Cuenta la leyenda que los Tres Reyes Magos llegaron a Belén desde Oriente, guiados por la estrella de Belén, y que allí buscaron al recién nacido niño Jesús. Se dice que una vez que llegaron, le ofrecieron oro, incienso y mirra. No obstante, supuestamente días antes habían llegado ante el rey Herodes el Grande en Jerusalém, quien les pidió el paradero del niño Jesús cuando lo encontraran, para también adorarle. No obstante, lo que en realidad quería era darle muerte, motivo por el cual el 28 de diciembre ordenó la matanza de los Santos Inocentes.
No obstante, un ángel se les apareció a los Reyes Magos para advertirles de las verdaderas intenciones de Herodes, por lo que decidieron volver por un camino diferente.
La primera vez que los Reyes Magos fueron retratados fue en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena, Italia. Allí hay una imagen decorada con mosaicos de mediados del siglo VI, que representan la procesión de las Vírgenes, conducida por tres personajes con vestimentas persas y turbantes, cercanos a una Virgen que se encuentra sentada en un trono con el niño Jesús en su rodilla izquierda. Y allí aparecen sus nombres: Gaspar, Melchior y Balthazar.
Más tarde, se fueron añadiendo detalles sobre su origen, hasta que fueron representados definitivamente con las tres razas conocidas de la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre, y tres continentes: Asia, Europa y África.
La tradición que se celebra en Argentina, dice que los niños que se portaron bien, reciben un regalo al pié del árbol de navidad o del pesebre, de acuerdo a la creencias familiares de cada hogar. Los chicos colocan los zapatos a la espera del obsequio, en una ceremonia que incluye el pasto y el agua para los cansados de tanto andar.
Así al despertar el 6 de enero, los pibes corren al arbolito de navidad, para descubrir los paquetes de regalo de
Reyes. Según cuentan las anécdotas, no son pocos lo chicos que intentan pasar la noche del 5 al 6 de enero despiertos, con las ansias de ver llegar a los tres reyes que van a dejar los regalos, pero no hay testimonios de trasnochados nenes que hayan podido ver a Melchor, Gaspar y Balthazar.
Aunque lo que sí nos han contado, es que alguno de los camellos, dejó una parte del pasto tirada en la calle, en un gesto de descortesía realmente decepcionante.
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