Ezequiel Nieva.- Ricardo Spinozzi, senador por General López y presidente del PJ provincial, rompió el silencio luego de las elecciones, confirmó que no renunciará a su cargo y deslizó que la responsabilidad del tercer puesto alcanzado por Agustín Rossi fue del propio candidato a gobernador, por no haber sabido contener el piso histórico de votos justicialistas. Spinozzi tiene mandato al frente del partido hasta mayo de 2012 y aseguró que recién después de las elecciones nacionales comenzará el proceso que decantará, el año que viene, en la renovación de autoridades partidarias.
Consultado por el pedido del secretario general de UPCN, Alberto Maguid, de que renuncie “toda la conducción” del PJ por la mala elección del 24 de julio, el senador respondió: “A mí, como presidente del partido, no me llegó formalmente ningún pedido en ese sentido. Sí tomamos conocimiento a través de los medios. Es raro que el secretario general de un gremio pida la renuncia de la conducción de un partido integrada por su adjunto (Jorge Molina, vicepresidente primero del PJ provincial). Me parece que hubiera sido la salida más fácil, pero también irresponsable porque estamos a dos semanas de una elección nacional”.
—¿Qué balance hace del resultado de las elecciones?
—Todavía ninguno. El partido tendrá que hacer un análisis del resultado, pero creo que primero debemos dejar pasar las primarias nacionales (del 14 de agosto) y luego ver qué ha ocurrido, por qué los resultados no han sido homogéneos. En la categoría de gobernador la performance ha sido baja, estuvo por debajo del piso histórico del peronismo. Es decir: gente que en otras elecciones votaba al peronismo esta vez no lo hizo. No sé si son peronistas, independientes o extrapartidarios, pero claramente muchos tomaron la opción del PRO. Pero si uno mira la categoría de legisladores, tanto senadores como diputados, creo que hicimos una excelente elección. En el caso de los diputados, a partir de una fuerte presencia de María Eugenia Bielsa, dirigente que habrá que tener muy en cuenta para el futuro del peronismo. Y en el caso de los senadores, cuando gobernaba el justicialismo la oposición estaba reducida a cuatro bancas; las otras quince eran del PJ. Y hoy, a pesar de que el Frente Progresista gobierna la provincia y lo va a hacer por segunda vez, el Senado mantiene la mayoría del justicialismo (11 de las 19 bancas). En esa categoría la elección del justicialismo ha sido excelente. Así que ese pedido de renuncia termina siendo injustificado. Tampoco hay antecedentes de que si te va mal en una elección se deba ir la conducción del partido, que por otra parte respetó a rajatabla la decisión del congreso partidario. Nosotros hicimos un esfuerzo importante para reunir nuestro congreso en febrero con un antecedente inmediato que demostraba que el peronismo dividido había ganado por muy poquito, con (Carlos) Reutemann como candidato (en las nacionales legislativas de 2009). Todo el mundo decía que teníamos que unirnos porque sino no teníamos chances. Trabajamos en eso, fijamos las reglas de juego para que las distintas expresiones del peronismo compitan en las primarias con el compromiso de acompañar a los ganadores de cada categoría. Así lo hicimos y esas reglas de juego se cumplieron. El justicialismo, como otros partidos grandes de la Argentina, está en crisis. Hay que revisar y replantear muchas cosas. A nosotros nos extendieron el mandato hasta mayo del año que viene, así que tenemos tiempo para preparar el mecanismo de renovación de autoridades y oportunamente realizaremos el llamado a elecciones. Lo vamos a hacer con responsabilidad; irse era lo más fácil, pero también hubiese sido una irresponsabilidad.
—Desde su punto de vista, ¿quién fue el responsable de esa fuga de votos?
—Primero hay que analizar que por primera vez se implementó en la provincia un sistema novedoso (la boleta única) que permitió que se dieran estas situaciones: resultados muy distantes entre una categoría y la otra. Es imposible analizar qué hubiera pasado con una boleta sábana: si la mala performance de nuestro candidato a gobernador hubiera arrastrado para abajo a los legisladores, presidentes comunales e intendentes o si hubiera sido al revés. El sistema de boleta única permite estas cosas y yo festejo que la gente pueda elegir libremente en una y otra categoría. Más allá de que no puedo hablar en nombre del justicialismo porque no hicimos aún un análisis en conjunto, está claro que nuestro candidato a gobernador no logró mantener los votos que habitualmente tiene el justicialismo. La gente que votaba al justicialismo tenía otras dos opciones y fundamentalmente esos votos fueron al PRO. También es cierto que, después de mucho tiempo, en una elección provincial hubo tres alternativas.
—La reunión de la semana pasada con la presidenta, ¿fue para confirmarle que acompañarán la estrategia nacional fijada por el partido?
—Claro. El PJ de Santa Fe forma parte del Frente para la Victoria y por eso dirigentes de distintos niveles y de distintos puntos de la provincia estuvieron en la Casa Rosada en una reunión con la presidenta. Claramente el objetivo fue decirle que los santafesinos nos estamos reponiendo del resultado de las elecciones para gobernador y estamos dispuestos a trabajar para obtener el mejor resultado en las elecciones del 14 de agosto y en las (generales) de octubre. En esta provincia es candidato a presidente el propio gobernador, así que no es un trabajo menor el que nos queda por delante. El gobernador (Hermes) Binner, desde febrero, cuando empezó el armado de las listas, está en campaña y dejó la provincia a la deriva. La provincia crece por debajo de la media nacional pero parece que eso a nadie le interesa.
—¿Todo el PJ de Santa Fe está unido detrás de la candidatura de Cristina?
—Yo vi en Buenos Aires un abanico muy grande de dirigentes justicialistas encolumnados detrás de su candidatura. Pero hay otros candidatos (Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá) que, si bien no participan de la elección como representantes del justicialismo, supongo obtendrán una parte del voto peronista. Pero el grueso, la enorme mayoría de los dirigentes de las corrientes internas (del PJ local), está trabajando para la candidatura de Cristina.
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