El Hincha

clásico rosarino

En un final que tuvo de todo, Central se quedó con el duelo ante Newell’s en el Coloso


Triunfazo de Central en el Coloso. Rosario Central se impuso 3-1 ante Newell’s en una nueva edición del Clásico que paraliza a la ciudad de Rosario.

La Lepra arrancó con todo. Taco de Scocco, desborde de Formica, manotazo del Ruso Rodríguez, y Amoroso, abajo del arco, que no pudo conectar. Estuvo cerca la Lepra.

El partido, como todo clásico, había entrado en la fricción. Hasta que la Lepra se complicó en una salida, y Pachi Carrizo no desaprovechó la oportunidad. Tiro cruzado al lado del palo que hizo estéril la estirada de Pocrnjic. Uno a cero para Central.

Y tras el gol del Canalla, el clásico ganó en intensidad. Mucha protesta, mucha pierna fuerte, muchos empujones, pero poco y nada de fútbol.

Hasta que Central volvió a golpear en el Coloso. Nadie de la Lepra tomó a Colman a la salida de un tiro de esquina, centro al área, y cabezazo letal de Marco Ruben para fusilar a Pocrnjic. Dos a cero para el Canalla.

Y no hubo tiempo para nada más en los primeros 45 minutos. La Lepra en ningún momento pudo incomodar al Ruso Rodríguez, y padeció la salida de Quignon, una vez más lesionado. En su lugar ingresó Jacobo Mansilla.

El segundo tiempo arrancó de ida y vuelta. La Lepra iba para adelante, buscando el descuento, pero con más ganas que fútbol, mucha entrega pero poca claridad. Y Central se paró de contra, para liquidarlo.

Montero movió el banco. Afuera Marco Ruben, que estaba en una pierna. Adentro Herrera. Y el pibe Lovera por Carrizo, acalambrado. Mientras que Osella respondió con los ingresos de Figueroa y Fértoli, por Sills y Paz.

Las variantes parecieron sedar el duelo. La Lepra nunca puso en aprietos al Ruso Rodríguez. Y Central, con la ventaja de dos goles, y la expulsión de Leguizamón tras una entrada criminal ante Scocco, se dedicó a defender y a dejar correr el reloj. Martínez ingresó por Teo, la figura de Central, para reforzar la defensa y cerrar el partido.

El final en el Coloso fue de película. Formica descontó sobre el final, Herrera lo liquidó en el descuento, y Federico Beligoy lo suspendió antes de los 5 minutos que había adicionado por la cobarde agresión a un juez asistente.

Central, una vez más, se quedó con el Clásico ante Newell’s, en el duelo que paraliza a la ciudad de Rosario.

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