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Balance

Y el cambio cumplió un año

Macri pasó del baile en el balcón de la Rosada a la contractura del peso del poder. Construyó gobernabilidad y sumó a opositores en leyes clave como la del pago a buitres. Pero no hubo lluvia de inversiones y la economía se estancó.


A un año de su asunción al frente de la Casa Rosada, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, sigue con el latiguillo de que su gestión sufre el lastre de una “pesada herencia” como justificación del estancamiento económico en el que quedó subsumido el país. En tanto, en el plano político logró construir gobernabilidad a través de un diálogo fluido con la oposición, mandatarios provinciales y sindicalistas de la Confederación General del Trabajo (CGT), aunque en los últimos días pareciera que ese delicado andamiaje comenzó a debilitarse a partir del proyecto de ley de Ganancias. Aún con indicadores económicos negativos por todos lados, se difundieron sondeos que ubican a Macri todavía con más del 50 por ciento de imagen positiva, aunque con 15 puntos menos que en diciembre de 2015.

Con Macri, Obama se animo a venir.
Con Macri, Obama se animo a venir.

La algarabía del triunfo de hace un año atrás, con el baile en el balcón de la Casa Rosada incluido, las manos en alto y las sonrisas, comienzan a ser imágenes difusas y desdibujadas en el día 365 del gobierno de Macri.

Uno de los aspectos destacados del cambio en el primer año de gestión de Cambiemos fue en el orden internacional, tanto en lo que respecta a la resolución del conflicto con los fondos buitres como en el vínculo bilateral con varios países, en especial con Estados Unidos.

En ese último punto, cerca del presidente celebran “la cantidad récord de jefes de Estado que visitó la Argentina en pocos meses –incluida la visita del presidente estadounidense Barack Hussein Obama–”, a la vez que analizan que esa “confianza” se va a profundizar “pronto” a las inversiones extranjeras, según publicó la agencia NA.

En lo que hace a la comunicación, el líder del PRO se mostró en las antípodas de su antecesora, Cristina Fernández, con respecto a las cadenas nacionales, que sólo usó dos veces.

La relación de vaivenes con Francisco.
La relación de vaivenes con Francisco.

Si bien brindó entrevistas y conferencias de prensa, buena parte de los periodistas se han quejado de que sufrieron restricciones y corralitos a la hora de cumplir su labor.

Con los 20 ministros ratificados y respaldados por el mandatario a pesar del complicado año, el gobierno comenzará un  2017, el tercer semestre, con una nueva promesa de que “ahora sí” comenzará el tan ansiado repunte económico, la mayor actividad y la creación de puestos de trabajo, lo que será clave para las aspiraciones políticas del oficialismo de cara a las elecciones legislativas de mediados de año.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, defendió ayer “la integración al mundo” iniciada por el gobierno luego de “la gran mentira de vivir con lo nuestro”.

En una entrevista concedida al portal Infobae, el funcionario nacional dijo coincidir con la evaluación realizada por el presidente Mauricio Macri, quien calificó a su gestión con un “8”, dado que la misma “debe hacerse con los desafíos” que “se han resuelto, empezando por la gran crisis económica” que según Peña, se logró evitar.

Por su parte, el ministro de  Comunicaciones, Oscar Aguad, aseguró ayer que durante el 2016 el gobierno aplicó “gradualismo” en su política económica y que “tuvo mucha sensibilidad ante los que menos tienen”, afirmó el funcionario en declaraciones a radio Futurock.

Al respecto, Aguad señaló que “el gradualismo evita que los que menos tienen sufran el shock de tantos años de inequidad en la Argentina”.

Al hacer un balance sobre la relación de la UCR con el PRO en el seno de la coalición gobernante, recalcó que “la convivencia ha sido buena, sobre todo en la última parte del año”.

Empantanado

Analistas coinciden en que luego de lanzar una serie de medidas tendientes a  resucitar la economía, incluyendo la liberación del cepo al dólar  y una consecuente devaluación del peso, el gobierno macrista comenzó a empantanarse.

Para el analista de la agencia NA Emiliano Rodríguez, “el aumento desmesurado de tarifas de servicios públicos marcó un punto de inflexión en la luna de miel que existía entre Macri y sus votantes desde que el ex jefe de gobierno porteño había asumido el cargo, el 10 de diciembre del año pasado, y las presiones tanto  sociales como legales obligaron a la Casa Rosada a dar marcha atrás en sus planes originales”.

“Los pronósticos desacertados –continúa el corresponsal– sobre la prometida y aún esperada  reactivación económica llegaron a transformarse en la comidilla de la oposición, mientras el tan mentado “segundo semestre” languidece sin que se observen por el momento indicios de un futuro cercano más próspero”.

“La puesta en valor de las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) no alcanza para suavizar el drama del aumento de la pobreza en la Argentina o mitigar el impacto de la inflación”, subraya como balance.

Y concluye:  “Los traspiés en el Congreso en proyectos clave para la administración nacional como Reforma Electoral e Impuesto a las Ganancias, sumados a los vaivenes en torno de la Emergencia Social, abren gruesos signos de interrogación con vistas a un 2017 que se presume incluso más áspero entre oficialismo y oposición en el Parlamento, por tratarse de un año electoral”.

55 por ciento de imagen positiva tiene el presidente Mauricio Macri a un año del inicio de su gestión, aunque con un 41 por ciento de valoraciones negativas, según una encuesta de Opina Argentina realizada para el Diario Popular, a partir de una muestra de mil casos de todo el país. Las preguntas se hicieron entre el 28 y el 30 de noviembre pasados.  Según el sondeo, Macri registró un marcado descenso respecto del comienzo de su gestión cuando obtenía un pico de 70 por ciento de valoraciones positivas contra sólo un 27 por ciento de opiniones negativas, lo que muestra descontento que crece.

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