Tras ceder el primer set, Stan Wawrinka tomó el control de las acciones y se impuso por 6-7 (1), 6-4, 7-5 y 6-3 ante el serbio Novak Djokovic, N°1 del mundo, en la final del US Open. El suizo ganó su tercer título de Grand Slam, tras sus conquistas en Roland Garros y el Abierto de Australia.
El sorprendente Wawrinka volvió así a frustrar en una final a Djokovic, tal como lo hizo en la definición del Abierto de Francia el año pasado. Además, logró su undécimo triunfo consecutivo en una final y alzó el decimoquinto título de su carrera profesional.
Wawrinka fue de menor a mayor. En este partido, en el torneo, en su carrera. El suizo volvió a mostrar un gran nivel, como en sus recientes victorias ante Kei Nishikori y Juan Martín del Potro y supo cómo doblegar a Djokovic, defensor del título y que venía de una semana atípica por varios retiros de sus rivales. Stan tuvo un comienzo con dudas, pero logró sobreponerse a la adversidad y tomó el control de las acciones con sus potentes golpes. Para el final, además, fortaleza mental para no ceder ante los problemas físicos de su rival. Festejo suizo en Nueva York.
Wawrinka cometió 51 errores no forzados, pero colocó 46 tiros por 30 Djokovic. El serbio cometió la inusual cifra en él de 7 doble faltas, dos claves en un quiebre que le alejaron en el tercer set.
Hasta hace pocos años considerado un jugador talentoso pero inestable, Wawrinka, quien en los cuartos de final había eliminado al argentino Juan Martín Del Potro, ratificó la impresionante evolución lograda en una fase avanzada de su carrera y ya posee en sus vitrinas tres de los cuatro títulos grandes del circuito, debido a que sólo le resta ganar el Abierto de Inglaterra, en Wimbledon.
Además, el suizo obtuvo un oro olímpico en dobles en los Juegos de Pekín 2008 y la Copa Davis 2014, junto a su compatriota Roger Federer, máximo ganador de títulos de Grand Slams.
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