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Voces desde el encierro que escapan a los muros

El viernes se presentó la revista “Desatando el nudo de la garganta”, realizada por chicos del Irar.

Por: Ana Laura Piccolo

No siempre la frontera entre el encierro y la libertad está delimitada por una pared, un muro, una reja. Hay veces en que la reclusión se instala tan adentro que enmudece al cuerpo y las palabras sólo encuentran la salida a través de la piel. Como contracara a ese  estigma tumbero, el viernes pasado se presentó Desatando el nudo en la garganta, una revista que hicieron los pibes del Irar junto a un grupo de profesionales y estudiantes.

“A veces, cuando me siento mal, se me hace un nudo en la garganta y no puedo llorar. No sé por qué, pero la bronca que me hace dar, la termino cargando sobre mi cuerpo con un corte, tragándome una pila, haciéndome un feite. ¿Por qué será que no puedo llorar si todavía soy un niño?”. El fragmento pertenece a un chico internado en el Instituto de Rehabilitación del Adolescente Rosario (Irar) que participó del proyecto realizado por el Colectivo de Acompañantes Juveniles, dependiente de la Dirección de Justicia Penal Juvenil de Santa Fe, junto a estudiantes y docentes de Comunicación Social, que con la colaboración de la cooperativa La Brújula y los talleres de Fabricio Simeoni lograron lanzar el primer ejemplar.

Estar preso en el Irar significa ser menor de edad y tener un conflicto con la ley penal. Por eso, los pibes que llegan allí por disposición de los jueces de menores, pese a su corta edad cargan con historias personales difíciles y prontuarios que a veces incluyen homicidios. La “deconstrucción de ese monstruo”, en palabras de la psicóloga y directora del Irar, Débora Cotichini, es uno de los objetivos que llevan adelante los profesionales que laburan con los pibes. “Hay que desandar un poco este monstruo y empezar a escribir otra historia. Me parece que escuchar las voces de los chicos es el camino más genuino para empezar a decir otra cosa”, dijo Cotichini durante la presentación de la revista.

Una idea similar plantearon los acompañantes juveniles, que son quienes comparten los quehaceres cotidianos con los pibes puertas adentro del instituto. “En este tipo de instituciones totales, los sujetos con quienes se trabaja aparecen como una especie de cuco”, expresaron los trabajadores incorporados a principios de 2009 por la Dirección de Justicia Penal Juvenil de Santa Fe. “Pero en los primeros encuentros nos dimos cuenta de que ante todo, los jóvenes que pasan por el Irar son pibes con la carga tremenda del encierro y otras cargas que iríamos conociendo a medida que nos reconocíamos. De ellos surgió la idea de hacer una revista para atravesar los muros del encierro y generar un espacio de expresión”, añadieron.

La idea tomó forma con un proyecto de estudiantes y docentes de Comunicación Social que empezaron a trabajar todas las semanas con los pibes junto a otros talleristas. Y ayer se vio el resultado. Ante la presencia del ministro de Justicia, Héctor Superti, quien asistió al Irar con parte de su gabinete, los chicos leyeron varios fragmentos de la revista: poemas, reflexiones, cartas y hasta mensajes destinados a pibes de la misma edad. Sonrisas y sollozos acompañaron el acto que se llevó a cabo en una pequeña habitación del Irar.

Desde el lugar del otro

Otro de los integrantes del proyecto que asistió a la cita fue el escritor rosarino Fabricio Simeoni, quien dicta un taller semanal en el Irar y parte de lo que allí producen se vio plasmado en la revista. La carta de una madre a su hijo preso, es en verdad un texto que escribió uno de los chicos bajo la consigna “desde el lugar del otro”. Según Simeoni, jugar con las palabras y refugiarse en ellas “puede hacer del afuera y del adentro algo relativamente compatible”. Y más allá del encierro dijo que “también en la vida misma todos queremos ser otro y jugamos a serlo”, y agregó que “la palabra puede ser un arma certera para la resistencia y llevarnos a límites impensados”. En ese sentido concluyó: “A veces el muro no es tan empírico como la pared o la reja, a veces el muro es mental y tiene que ver con otras cuestiones”.

Palabras de esperanza

El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe, Héctor Superti, presenció la presentación de Desatando el nudo en la garganta, y luego de escuchar la lectura de varios fragmentos felicitó el trabajo de los chicos y profesionales que participaron.

El funcionario contó un cuento breve cuya moraleja es que el arma más poderosa que tiene el diablo es sembrar la desesperanza. “Cuando uno vence la desesperanza está combatiendo el arma más poderosa que tienen aquellos que no quieren que uno sea lo que tiene que ser. Y esta actividad creo que es un canto a la esperanza, como posibilidad de que cada uno construya un objetivo distinto y un futuro como el que hoy estuvieron expresando cada uno de ustedes”, concluyó.

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