Ciudad

Barrio Luis Agote

Vecinos inquietos por apertura de local

En Salta al 3500 están remodelando el antiguo auditorio de la Unión Ferroviaria.

Un grupo de vecinos del barrio Luis Agote –la conmocionada zona cuyos habitantes se movilizaron tras el reciente asesinato de un joven verdulero en un intento de asalto en la calle– salieron a marcar su rechazo la instalación de un salón de eventos en Salta al 3500, ante la cantidad y calidad rubros que se quieren habilitar: teatro, salón de fiestas, bar con amenización musical, radio, y salón de usos múltiples, entre otros. “Los vecinos del barrio estamos enojados porque no nos explicaron qué van a hacer en ese lugar, pese al compromiso que asumieron de llamarnos. No queremos que pase lo de Esperanto. Hace dos meses que están en reformas y es una sociedad en formación, “VTX SA”, que no está inscripta en el Registro Público de Comercio donde se controlan las sociedades”, según explicó José, uno de los residentes de la zona.

José refirió a El Ciudadano que el sábado pasado se reunieron los vecinos del barrio y decidieron pedir una prórroga del plazo del período de consulta a los vecinos para que puedan expresar su oposición o conformidad con el salón. Además pedirán al Ejecutivo municipal una copia del expediente que presentó la firma para tramitar la habilitación.

Además, el vecino indicó que realizaron una presentación, reclamando que se realice una inspección del edificio que se pretende habilitar. “Hicimos la denuncia en la Dirección de Obras Particulares porque hace dos meses que están trabajando y no hay ningún cartel de permiso de obra. Tuve una entrevista con la encargada de la Unión Ferroviaria, (son los dueños de donde quieren instalar este comercio), y me manifestaron extraoficialmente que el contrato de locación no se hizo en Rosario sino en Buenos Aires. Es una empresa de allá, pero tienen una pata puesta en nuestra ciudad”, advirtió.

Los habitantes del barrio Luis Agote no quieren llegar a la instancia de lo que pasó con el boliche Esperanto, que infructuosamente se intentó instalar en Presidente Roca y Ceballos, y desistió por la resistencia de los vecinos. “Hicieron una obra faraónica antes de tener la habilitación. Tuvieron que recurrir a la Justicia, y lo abrieron, pero fue un escándalo público”, destacó.

Y concluyó: “Lo que quieren habilitar en ese lugar es una «patente de corso». Se puede hacer cualquier cosa, desde la presentación de una orquesta sinfónica hasta una bailanta. Es raro que alguien se ponga a invertir dinero en refaccionar casi 400 metros cuadrados sin tener una habilitación de la Municipalidad. Eso nos hace sospechar que estamos ante un nuevo caso como Esperanto”, concluyó.

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