Le ponen la firma

Reflexiones

Urribarri se relanza con empujón de Cristina y Mercosur

Fue por un guiño de la Presidenta, que eligió Paraná para realizar la Cumbre del Mercosur y de ese modo le desplegó una pantalla al gobernador.

Sergio Urribarri cosechó en 24 horas un nivel de visibilidad que no había logrado en meses de campaña. Fue por un guiño de Cristina de Kirchner, que a la hora de decidir el destino de la Cumbre del Mercosur eligió la ciudad de Paraná, capital de Entre Ríos, y de ese modo le desplegó una pantalla al gobernador, que aparece en la carrera presidencial y está, en este tramo, en el período más duro: convertirse en una figura competitiva y atractiva.

“El Pato” fue, detrás de Daniel Scioli, el primer dirigente del universo K que se lanzó abiertamente a la disputa por la sucesión de Cristina de Kirchner. En febrero, juntó a un puñado de intendentes, les confirmó que sería candidato y sopló la minicumbre para que circule y se instale como novedad. El envión inicial, más allá del OK presidencial, se lo dio el ministro Julio De Vido, en parte motorizado por un rechazo histórico a Scioli.

Urribarri caminó varios meses sin lograr despegar y sintió, luego, la irrupción de Florencio Randazzo, el ministro del Interior, que se lanzó al juego, generó expectativas y, montado en los datos de algunas encuestas, logró instalar el relato del más apto, electoralmente, para desafiar a Scioli. Ahí, el entrerriano pasó de cuestionar con dureza al gobernador bonaerense a marcar diferencias pero sin atacarlo con agresividad, como había hecho antes.

En los últimos meses, Urribarri se enfocó en potenciar su campaña y candidatura, e hizo todos los gestos para mostrarse como el más K. Llegó, incluso, a decir que podría dejar a buena parte del gabinete cristinista y que le otorgaría a la presidenta, cuando esté fuera del gobierno, una especie de rol de jefa política mayor.

En su entorno dicen, convencidos, que el dispositivo K se desliza irremediablemente a una competencia de Scioli y Urribarri. En el “patismo” dicen que Randazzo “bajará a la provincia”, Jorge Taiana se replegará en la Capital, Agustín Rossi buscará un cargo por Santa Fe o tratará de ser vice de Scioli y Julián Domínguez buscará permanecer como jefe de la Cámara de Diputados. Es, claro, política ficción porque ninguno de los presidenciables deslizó siquiera mínimamente la posibilidad de desistir sin que medie –si es que media– una palabra, gesto o mensaje críptico de Cristina de Kirchner para despejar la profusa lista de aspirantes K.

El miércoles, Urribarri participó de la cumbre y tuvo, en las horas previas y posteriores, citas, fotos y encuentros con mandatarios extranjeros, como el boliviano Evo Morales, y un raíd con la propia presidenta, el flash que le sirve para florecer entre los militantes y dirigentes K como el bendecido de la jefa del Estado. El Mercosur fue en una oportunidad para relanzar su campaña.

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