Ciudad

"¿Querían perreo?"

Una joda: parador de la isla hizo la fiesta electrónica prohibida y anuncia otra para este sábado

Se trata de Garden Island. La convocatoria del fin de semana pasado había sido autorizada por la Municipalidad de Victoria que, ante las advertencias de que violaba una acción judicial, revocó la habilitación. Igual se hizo, al día siguiente. Y ahora, de nuevo, con llamado desafiante


El parador Garden Island había promocionado una fiesta electrónica en el Paraná Viejo, frente a las costas rosarinas y de Granadero Baigorria y en zona protegida del humedal, para el sábado 8 de este mes. La Municipalidad de Victoria concedió el permiso, pero ante reclamos de colectivos ambientales, lo revocó el jueves previo al evento al “darse cuenta” de que violaba una medida cautelar de protección del ambiente. La fecha programada no hubo movida, aunque no por acatamiento a esa prohibición sino por cuestiones de mal tiempo. Y se hizo el domingo siguiente, como si nada. Ahora, el mismo emprendimiento, cuyo responsable vive en Rosario, anuncia una celebración similar para este sábado. Así lo  expusieron varias organizaciones ambientales.

“¿Querían perreo?” y “Bienvenidos a bordo de la fiesta más picante del verano”. Con entradas que van de los 1.500 pesos, todas agotadas, hasta los 2.500, así anuncian la nueva megafiesta para mil personas en el mismo lugar. El responsable de Garden Island es Federico Fernández Garrone, con domicilio en Rosario

Colectivos ambientales repudiaron en un comunicado esa promoción que es, a la vez, la prueba de que las islas entrerrianas son tierra de nadie, o mejor: donde cualquiera hace lo que quiere.

“Garden Island en ningún momento da aviso de cancelación (por la fiesta del sàbado pasado, cuya autorización había sido revocada por el Ejecutivo victoriense). Por el contrario, el evento siguió publicitándose en redes sociales al igual que la venta de entradas”, resalta el tecxto firmado por la Multisectorial Humedales junto al Taller Ecologista, Guardianes de Victoria y Salvemos los Humedales de Villa Constitución. Y sigue: “La consecuencia fue un cúmulo de cientos de personas en un parador amenizado con escenario, parlantes, reflectores, sectores desprovistos de vegetación que funcionan como pistas de baile, expendio de bebidas y música a un nivel tal que podía ser escuchada en otras islas incluso”. El comunicado agrega que la Delegación de Islas de Victoria constató la realizaciòn de la fiesta, un día después de lo previsto, pero sólo por mal tiempo, y labró un acta.

El papel, sin embargo, quedó en eso, y no inhibió a los responsables del parador de seguir esquivando decisiones legales y administrativas. Así, preparan el nuevo evento para este fin de semana. Los ambientalistas calculan que la multa que les corresponde por haber hecho caso omiso de la prohibición ronda los 200 mil pesos. Y a tenor de la reincidencia pese al riesgo de nueva sanción, estiman que es “un vuelto dadas las ganancias estimadas”.

La Municipalidad de Victoria esgrime que una clausura del predio, como pidieron las organizaciones, puede darse en caso de reiteración, como todo indica que va a suceder. Lo que no hay es certeza de que, ante ello, se imponga la sanción más dura.

¿Por el viento o porque no se debe? Alertan que quieren hacer igual la fiesta electrónica en la isla

De hecho, los firmantes del comunicado aclaran que hay otro emprendimiento, Varsovia, que organizó también una fiesta electrónica sin autorización en las islas, y que se constató el hecho. Sólo una muestra: calculan que hay cerca de una decena más.

“Un parador no es una disco ni un salón de eventos. La infraestructura y la propuesta del parador debe ser acorde a los objetivos de protección de los ecosistemas de humedal”, recuerdan sobre las características, hace tiempo perdidas, de esos sitios para los visitantes de un espacio natural, además frágil y encima asolado por reiteradas quemas que se suceden desde hace dos años.

“Que la billetera no nos tape el bosque”, cierra el texto de los que firman el comunicado. Un deseo, que la realidad contradice.

Después del revuelo, la Municipalidad de Victoria bajó autorización de fiesta electrónica en la isla

Tras conocerse la revocación del permiso para la fiesta del sábado pasado, y antes de que igual se hiciera, aunque un día después, Garrone, el responsable de Garden Island que además se presentó como abogado ambiental, se quejó de la medida que, explicó, afecta a un total de 15 paradores. Argumentó que el negocio que regentea cumple con todas las normas ambientales.

“Hago las cosas bien, presento todos los papeles, tenía los permisos y justamente por eso nos impiden trabajar a nosotros”, se quejó. “Garden es un parador ejemplo en materia de cuidado del medio ambiente”, insistió y añadió que lleva ocho años de organización de fiestas en las islas sin que se haya comprobado un impacto negativo sobre el paisaje de los humedales. Explicó, incluso, que tiene contratada “una empresa de limpieza que traslada un contenedor exclusivo, que se cruza con las lanchas hasta Rosario para la disposición final de residuos”.

La misma firma, sin embargo, fue denunciada por utilizar maquinaria pesada para zanjones destinados al arribo de lanchas hasta el parador, cuando la bajante del río lo complica.

Garrone respondiò que hace seis años pidió “una habilitación a Vías Navegables, que es el órgano de control, para realizar una caleta, como hacen por ejemplo los clubes”. Y que en 2020, tras una medida cautelar que impide el movimiento de tierra, el juez federal Daniel Alonso visitó el lugar.

“Constató que no era para hacer un terraplén ni para unir el Paraná viejo con el cauce del río, porque es imposible eso y dijo que era legal, porque es una obra hídrica. Después, por la bajante no seguimos esa obra, pero el juez tiene conocimiento de esos avances”, refirió el encargado del parador sobre la isla La Invernada.

 

Comentarios

10