La derrota en el clásico sigue siendo un golpe duro difícil de asimilar, y más allá de ratificación de Gustavo Raggio como entrenador, no hay dudas que en el Parque no todo está en paz y como dijo el vicepresidente Jorge Ricobelli, “perder el clásico puede ser un momento bisagra para reaccionar y tomar decisiones”.
La jornada de ayer tuvo de todo. Se inició con un entrenamiento en Bella Vista comandado por Raggio, pero con la presencia de las máximas autoridades rojinegras, el presidente Guillermo Lorente y el vice Jorge Ricobelli.
Para el mediodía estaba anunciada la conferencia de Lucas Bernardi, pero la situación cambió sobre la marcha. “Va a hablar Lucas en representación del plantel, pero no se van a poder hacer pregóntas”, anunció la gente de prensa de Newell’s.
Justo al mediodía apareció el capitán leproso, acompañado de los máximos referentes: Maxi Rodríguez, Diego Mateo, Ignacio Scocco, Leandro Fernández y Víctor López. La declaración fue escueta, apenas más de un minuto, y quedó la sensación de que hubo poca autocrítica.
“Estamos todos acá presentes, el grupo sigue estando muy firme, en momentos de dificultad no hay grietas. Somos muy conscientes de lo que vivimos, de lo que jugamos. Estamos muy dolidos, pero pensando en dar vuelta la situación. Sabemos la responsabilidad que tenemos y la asumimos”, fue parte del monólogo. Y continuó: “En momentos de felicidad estuvimos juntos disfrutando, en momentos duros también estamos todos juntos poniéndole el pecho a la situación. Para los que convivimos diariamente acá es un momento que no esperábamos, no queríamos, no deseábamos, un momento en el que todos vamos a dar la cara por seguir dando mucho más”.
Estas palabras de Bernardi, en representación del plantel, no cayeron bien en la dirigencia, y mucho menos en los hinchas, que enseguida comenzaron a hacerse sentir en las redes sociales.
Por eso motivo, Lorente y Ricobelli, que en principio no iban a hablar, dieron una conferencia donde se mostraron distantes del mensaje de los jugadores, asumiendo el golpe de caer en el clásico y pidiendo disculpas a los hinchas. “Debemos pedirle una gran disculpa a todos los hinchas. Todos sabíamos qué se jugaba el domingo, el partido del semestre. Lo teníamos claro nosotros, lo hicimos saber, y lo tenía claro toda la gente de Newell’s: jugadores, cuerpo técnico e hinchas. Lamentablemente el resultado no fue lo que pretendíamos, pero creemos que en este caso el cuerpo técnico y los jugadores tienen las herramientas necesarias para dar vuelta esta situación”, comentó Ricobelli, dando un mensaje que disculpas que tal vez la dirigencia esperaba de los futbolistas.
“La situación del clásico provocó un cimbronazo que resulta difícil sobrellevar y tiene que ver con que uno lo considera una deuda pendiente. Nosotros lo sentimos de una manera tan profunda como los hinchas que nos fueron a reclamar el otro día. Creo que a ellos y a todos los hinchas de Newell’s uno le debe eso”, comentó Lorente.
“No ganar clásicos es una terrible deuda pendiente que tiene esta dirigencia”, fue la autocrítica de la dirigencia en una jornada donde quedó claro que los mensajes fueron distintos y empiezan a marcar una distancia.
Villaba está descartado
La enfermería leprosa sumó nuevos lesionados y esta vez le tocó a Hernán Villalba, Oscar Ustari y Mauricio Tevez.
El Mudo tiene una distensión en el recto anterior y quedó descartado para el cotejo del sábado a las 18.10 ante Godoy Cruz, con arbitraje de Luis Álvarez. En tanto Ustari sufrió un golpe en las costillas y si bien las placas no arrojaron lesión ósea, el dolor podría dejarlo afuera. Tevez, en cambio, acusa una molestia en la ingle y será evaluado hoy. Por último Marcos Cáceres ya entrena con el grupo, pero no jugaría, mientras que Mateo sigue sin entrenar.
Azpiazu, con poco margen
“Esta comisión directiva ha tomado decisiones en momentos durísimos y las va a seguir tomando. Es una comisión directiva que escucha a la gente. Somos muy hinchas de Newell’s y estamos en el club permanentemente. Eso es muy importante para que los hinchas entiendan que estamos como están ellos”, disparó Ricobelli.
Y estas palabras del vice leproso tienen que ver con un mensaje: la dirigencia sintió el golpe y decidió poner mano firme. Si bien se ratificó a Raggio, su permanencia dependerá de obtener buenos resultados y mostrar carácter para pasar el temporal.
Además la dirigencia tomará medidas importantes y en ese sentido está la decisión de cambiar al preparador físico, disconforme con el trabajo de Luis Aspiazu, algo que sucedería antes de la pretemporada.
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