Ciudad

En picada

Un pozo de Aguas Santafesinas se “tragó” a un gendarme

Un oficial de 26 años cayó en un hueco de tres metros de profundidad y debió ser rescatado por Bomberos Voluntarios; el accidente ocurrió cerca de las 3.30 de la madrugada del viernes, mientras el efectivo transitaba en moto por Beruti al 2900.


Un efectivo de Gendarmería que circulaba en una motocicleta cayó en un pozo de Aguas Provinciales, de tres metros de profundidad, ubicado en Beruti al 2900. El accidente ocurrió en la madrugada de ayer mientras el oficial transitaba con su moto sin luces y en una cuadra en la que se había cortado la energía, según trascendió. Bomberos Voluntarios acudieron al lugar para su rescate y al cierre de esta edición el joven, de 26 años, se encontraba internado en estado estable con politraumatismos faciales en el Hospital Provincial.

El hecho ocurrió alrededor de las 3.30 de la madrugada del viernes, en la zona sudeste de la ciudad, a la altura de Beruti al 2900. El joven gendarme transitaba por el lugar en moto, cuando se topó con un vallado de una obra de Aguas Provinciales de gran magnitud. Según el relato de vecinos, la cuadra se encontraba sin luz debido a un corte de energía. La oscuridad impidió la visibilización del pozo y el gendarme cayó a tres metros de profundidad. Personal de Bomberos Voluntarios acudió al lugar y rescató al muchacho, quien fue trasladado al Hospital Provincial.

Al cierre de este edición, la directora del centro de salud señaló que el gendarme continuaba internado, pero en estado de salud estable. “Tiene traumatismos en el rostro, con cortes en la lengua y algunas fracturas en hueso maxi facial, pero no tiene otra lesión de gravedad. Neurológicamente se encuentra bien y su estado es estable”, explicó Soledad Rodríguez, subdirectora del Hospital Provincial, quien advirtió que el joven se encuentra en  observación y que probablemente se lo derive al sistema privado porque cuenta con obra social.

Acorralados

El pozo es producto de una obra que realiza la empresa Aguas Provinciales y es uno de los tantos, entre 80 y 100, según estimaron desde la empresa, que se encuentran distribuidos entre el centro y macrocentro de la ciudad.

Desde Aguas Provinciales, el vocero Guillermo Lanfranco sostuvo que la cantidad de “corralitos” por arreglos no supera el centenar, lo que se considera un número “razonable y habitual” debido a que se trata de intervenciones en proceso.

“El proceso lleva como mínimo entre 10 y 15 días hábiles, depende del trabajo de la intervención. En ese tiempo todo el sector permanece vallado y si es necesario balizado o con dársena para la canalización del tránsito, en caso de que sea una arteria importante. Todo este proceso está regido por normas municipales para todas las empresas de servicio. En nuestro caso es más visible porque nuestras redes están en calzada, no en vereda. La cantidad va fluctuando, pero actualmente registramos entre 80 o 90 corralitos. Se trata de un número constante a lo largo del año”, explicó Lanfranco en diálogo con este diario.

En cuanto al accidente que sufrió el gendarme, Lanfranco advirtió que el pozo tenía las medidas de seguridad que corresponden y que son exigidas por normativa municipal para todas las empresas.

“Al fondo del pozo se ven las vallas, se deben haber caído producto del impacto. Las vallas estaban en el fondo pero deben haber estado en el perímetro. Hay normativas muy claras respecto de la señalización de obras que establece la Municipalidad que debemos cumplir, como que las vallas tienen que ser reflectivas por ejemplo”, señaló el gerente de Relaciones Públicas de Aguas, quien advirtió que se registraron accidentes similares pero no son casos frecuentes.

“El factor de accidente no tiene que ver con la existencia del pozo, sino con la velocidad o cuestiones climáticas. Cada vez que hacemos una intervención es vallada y la señalizamos con los elementos que se nos exige”, concluyó.

Revisar contratos

Por su parte, uno de los directores del ente regulador (Enress), Oscar Urruty, instó a la empresa a revisar el contrato con las firmas tercerizadas que se encargan de realizar las tareas de obras.

“Venimos haciendo reclamos a la empresa para que regularice la situación de la prestación de los servicios, que están tercerizados para la realización de las obras. A la luz de las situaciones hay que revisar si están en condiciones las empresas que se elijen de prestadoras. Las deficiencias que muestran este tipo de incidentes hacen necesario revisar los contratos que se firman”, aseguró Urruty, quien indicó que reciben habitualmente el reclamo de los vecinos.

“Los reclamos son principalmente relacionados con la cantidad y el tiempo que tardan en reparar y restablecer la calzada. Mientras más traumático es el corralito respecto del tránsito más son los reclamos. Hay que revisar los tiempos, ver si aquellos contratistas cumplen con la idoneidad necesaria para prestar el servicio”, concluyó.

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