Le ponen la firma

Un debate que recién empieza


“Una palabra no dice nada y al mismo tiempo lo esconde todo” dice la canción. El juez Reinaldo Rodríguez quiere impedir que lleguemos las mujeres, que la primera lista 100% femenina de la historia argentina llegue a tu cuarto oscuro para que vos puedas elegir. Elegir y ser electo, el principio básico de la democracia que hoy le quieren quitar a 15 mujeres y a 2,5 millones de santafesinos. Y no usa, el juez, ningún argumento jurídico, usa una sola palabra. Dice que nuestra presentación “no logra conmover” su fallo.

“El juez usa la palabra conmover. Dice que no lo conmueve la presentación, lo que no es menor, es como si no hubiera tratado de interpretar la ley, sino que no puede llegar a conmoverlo a él, en lo personal, en lo afectivo, en lo sentimental”, dijo mi querida y valiente compañera de lista Beatriz Priotti, y ella sí, lo dijo todo.

El diario El País de España, porque amigas y amigos esto traspasó fronteras (eso que pasa cuando se hace historia de verdad), usó casi la misma palabra, no para ocultar nada sino para mostrar todo lo que está pasando, algo que no quieren que suceda: “La lista aspira a abrir un debate que sacuda los cimientos de la política argentina”. Conmover, sacudir los cimientos de la política argentina. El juez no se logra conmover, pero nosotras y nosotros sí logramos sacudir los cimientos de la vieja política de nuestro país. Por eso, decimos que hay que sonreír porque vamos a ganar, y porque ya ganamos. El juez, ayudado quizá por algún sector político, quiso ponerle ayer fecha de vencimiento al debate sobre la construcción de una sociedad más igualitaria ordenando “poner hombres en la lista”. Todos los constitucionalistas del país coincidieron, desde distintas miradas ideológicas. que el cupo masculino no existe y que el fallo es una aberración jurídica y social, que atrasa 50 años.

Ese debate sobre el machismo que algunos dicen “ya está saldado” y que por eso esta lista no tiene ningún valor. Ese debate, como permite ver este fallo, lejos está de cerrarse, recién empieza. Pero el juez siguió adelante igual porque su objetivo no es hacer justicia sino ponerle fin al debate de la igualdad de género que se viene dando y ponerle también (y no hay que ser ingenuos) límite geográfico a este proyecto político, cercar a Ciudad Futura.

No nos dejemos engañar, ese es el objetivo del poder real de esta provincia. Que no lleguen las mujeres a dar el debate y que Ciudad Futura no salga de los límites de la ciudad de Rosario. Que la ilusión que nació en esta ciudad no se expanda como un virus por toda la provincia.

Y por eso también es que no les vamos a dar el gusto. Por eso nosotros y nosotras hacemos siempre lo que no se espera que hagamos. Ayer (por anteayer) estábamos en la siguiente encrucijada que te quiero contar y que te quiero compartir cuál fue mi idea y que tuvo el respaldo de los 300 congresales convocados de urgencia. El Poder nos quiso hacer elegir entre dos opciones: no adecuar la lista y mantener el principio de la lista 100% de mujeres y seguir la discusión jurídica en la cámara con el riesgo cierto de que no podamos presentarnos a estas elecciones o adecuar la lista, ingresar el 30% de hombres y renunciar a la apelación.

Esa es la trampa que nos prepararon. Para que digan: “Ven, ahora ponen hombres, todo fue una movida de marketing” o para que (que es lo que realmente desean) nos afirmemos en los principios abstractos y renunciemos nosotras mismas a presentarnos este año y ver si ganamos la pelea jurídica pero sin que la gente pueda elegirnos, ser los campeones morales de la ocasión, pero que la gente no me pueda elegir ni a mí, ni a mis compañeras en estas elecciones.

“Si no te gusta cómo está ordenando el tablero, cambiá el tablero” dice una vieja frase. “De los laberintos se sale por arriba” dice otra. Y como esto no es sólo un debate jurídico sino una apuesta política y porque sabemos que tenemos razón y que vamos a ganar hemos decidido ayer redoblar la apuesta: vamos a “adecuar la lista” momentáneamente para aseguramos que vos nos puedas elegir y que la justicia que no hizo un juez en un despacho la hagas vos con tu voto en las urnas y al mismo tiempo dar la batalla jurídica en la cámara nacional electoral en Buenos Aires el lunes.

¿Cómo lo vamos a hacer? Poniendo todo en la cancha, otra vez. Redoblando la apuesta, sorprendiendo nuevamente, sin miedo. Provocando. Por eso no vamos a aceptar así nomás la orden del juez. No vamos a adaptar así nomás la lista, no vamos a poner a cualquier compañero hombre para cumplir el requisito.

Vamos a provocar nuevamente. Vamos a mostrar que, cuando nos quieren joder, los jodemos nosotros a ellos, llegó la hora de “endurecerse sin perder la ternura jamás”.

Por eso ayer, en esa hermosa y multitudinaria asamblea les propuse a mis 300 compañeros en general, y a dos de ellos en particular, que me acompañen en esta nueva batalla, que peleemos juntos el próximo round.

Quiero que mis compañeros de bloque salgan a bancarme, que batallemos juntos, que apoyen con una acción concreta y desinteresada esta lista. Que Juan Monteverde y el Pitu Salinas se sumen a la lista para dar la pelea. Y eso es lo que vamos a hacer. Y se los quiero agradecer profundamente.

Inventamos así una nueva categoría política, los “candidatos en rebeldía”. Candidatos que están ahí, poniendo su nombre, su cara, su cuerpo y su corazón, no porque quieran estar, porque quieran un cargo, sino porque el Poder los obliga. Lo hacen, bajo protesta, en disidencia. Están ahí, para que nosotras podamos llegar. Están ahí, pero su cara no estará en la campaña de la lista. Toda la campaña la vamos a HACER tal y como la íbamos a hacer, con los mismos volantes, con los mismos nombres e historias de las 15 valientes mujeres que se sumaron a esta aventura. El nombre de los hombres estará en la boleta, en la formalidad, en la burocracia, pero ésta seguirá siendo la primera lista 100% femenina de la historia argentina en la calle. Estarán en el puesto 3 y 6, lo más atrás que el fallo permite.

Porque no hay juez que nos pueda ordenar lo que tenemos que decir. No hay orden judicial que nos obligue a pensar distinto. Porque las ideas no se juzgan en los tribunales, los sueños no entran en sus fallos. Nadie nos va a decir lo que tenemos que salir a convidarle a la sociedad, a vos. Así como tampoco hay dueños de las ideas y de la luchas. No existe monopolio de las causas nobles. No hay ninguna organización de 15 personas, que se creen iluminadas y se arrogan una representatividad y legitimidad que no ganaron en ningún lado, que nos diga qué palabras tenemos que usar. Que nos diga qué mujeres, haciendo y pensando qué cosas, tienen el derecho de presentarse a elecciones. Esto es democracia y las banderas no son propiedad privada de nadie, sólo están ahí esperando que alguien las lleve a la victoria para cambiarle la vida a la gente, para darle el poder que les robaron. Y eso vamos a HACER. A pesar de los jueces y la policía ideológica, que juntos nos atacan, su odio será siempre nuestra sonrisa.

Le pese a quien le pese, esta lista estará en la calle y en las urnas, y las mujeres vamos a llegar al Congreso de la Nación y vamos a dar el mismo debate. Si los votos son miles, si otra vez damos un batacazo y metemos 3 diputados, Juan Monteverde no asumirá esa banca y entrará la cuarta candidata mujer. Por eso las candidaturas en rebeldía. Para que no queden dudas que esto sigue siendo una lista de mujeres.

Simplemente gracias a mis compañeros, gracias a la gente común que apoyó masivamente. Y le pido un último favor. Los necesito a mi lado, los necesito a todas y a todos. Sólo si nos unimos, si somos capaces de dejar las mezquindades y las diferencia y encontrar eso que tenemos en común, hombres y mujeres juntos a la par, vamos a poder cambiar esta dura realidad que vivimos, y mostrar que todavía se puede cambiar la historia. Que, como decía Gabriel García Márquez, “yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir un mundo donde nadie pueda decidir por los otros”.

Termino con una frase de la misma canción con la que empecé y que explica la foto que elegí para contarles esto: “Una mirada no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo”.

Los quiero mucho, de verdad.

(*) Primera candidata a diputada nacional por Ciudad Futura.

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