Un terrorista suicida asesinó a otras 33 personas al hacerse volar por los aires en un lugar muy concurrido del centro de la ciudad de Yalalabad, en el este de Afganistán, informó el portavoz del gobierno de la provincia de Nangarhar, Ahmad Sia Abdulzai.
Los talibanes condenaron el atentado, que dejó también 96 heridos, y rechazaron cualquier responsabilidad por el ataque, que luego fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
Un portavoz de la policía de Yalalabad dijo que pocos minutos después explotó otra bomba en el mismo lugar. Sin embargo, este artefacto explosivo, que estaba adosado a una motocicleta, no causó más víctimas.
“La mayoría de los muertos y heridos son civiles inocentes”, señaló Abdulzai, aunque entre las víctimas probablemente hay también policías destacados en un puesto de control cercano. Aún no está claro cuál fue el objetivo del atentado.
En la provincia de Ghazni, en el sureste de Afganistán, personas desconocidas decapitaron a cuatro civiles chiitas que habían sido secuestrados hace algunos días, informó el portavoz del gobierno provincial, Nang Safi. Los cadáveres fueron hallados este sábado.
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