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Un animador con mucho swing

Con una personalidad única, desde hace casi 50 años, Alberto J. Llorente, más conocido como AJ, acompaña la vida de miles de rosarinos desde la radio y la televisión. "Tinelli me copió", dice


No es la regla ver a comunicadores rosarinos transitando las calles de su ciudad natal cual si fueran estrellas de rock. Pasa con pocos y los que lo consiguen muchas veces son aquellos que le imprimen a lo que comunican una marca personal, fresca y espontánea. Alberto J. Llorente, AJ para los amigos, es uno de ellos y, con el swing que lo caracteriza, trasciende el aire y la pantalla chica para convertirse en “amigo” de sus audiencias.

Nombrado Ciudadano Ilustre de Rosario y distinguido por su rol de locutor, estuvo en los dos canales de aire y en radio pasó por LT8, LT2 y LT3, en esta última hace actualmente, entre las 9 y las 12, La mañana de AJ.

Como empresario fue responsable de producir en la ciudad shows de Luis Miguel, Leo Dan, Gloria Gaynor, Ricky Martin, y su gran amigo Sandro. El comunicador o “animador” –como le gusta definirse– recibió a El Ciudadano para revivir, en el estudio, un anecdotario de historias que lo unen a los medios y, desde allí, a la ciudad toda, desde hace casi 50 años.

—¿Te sienta bien el apodo “Señor de los Medios”?

—Me gusta más “El pibe de los medios”, “El pendex de los medios” (risas). Lo que soy a través de la radio y la tevé lo soy en la vida íntima. No soy de esos que por una distinción cambian su personalidad; soy el mismo de siempre.

—¿Cómo recordás el comienzo en la televisión?

—Una vez, un empresario me dijo que tenía que estar en la pantalla chica y ahí comencé a hacer un programita. Después me fui expandiendo,  incorporando gente, profesionales, periodistas, pero siempre con la consigna de que, el 80 por ciento del tiempo, sea “Alta Joda” (dice, en referencia al slogan de una campaña publicitaria que lo tiene como protagonista). Soy un estudioso de las cámaras. Me tocó estar en los rodajes de las películas de Sandro y él me enseñaba lo que hoy es uno de mis hobbies.

—¿La cámara?

—Sí. Hice tres películas.

—¿Tres? ¿Cuál era tu papel?

—Las filmé, narré, musicalicé y edité yo.

—¿Se vieron en Rosario?

—Una sí, se llamaba Rosario mi ciudad, y la pasaron en todos los cines. Era un documental que duraba 25 minutos. Soy un hincha furioso de la cámara, me gustó siempre filmar. Empecé con el Súper 8. Cuando cerró el cine Radar, uno de los más importantes de Rosario, fui y le compré el proyector. Todavía lo tengo. Cuando todo el mundo veía en blanco y negro yo lo hacía en colores.

—¿Cómo ves la tevé rosarina?

—Es pobre y me incluyo porque los del interior tenemos muy poco margen para trabajar. Según la nueva ley (de Medios), que todavía no entiendo, la gente del interior va a tener más trabajo. (En la actualidad), nosotros tenemos que comprar un espacio para salir al aire. A mí me tendrían que contratar; y la publicidad la tendrían que vender ellos. No sé hasta dónde se aplicará la ley. A los que hacen televisión los felicito porque cuesta mucho.

—Tu otro terreno es la música

—Empecé con la música, mis primeros pasos estuvieron en difundirla y aprendí mucho. Y años después tuve el gusto de presentar, por primera vez, a Luis Miguel, Leo Dan, Palito Ortega. Traje a Cristian Castro, Verónica Castro, Gloria Gaynor, Ricky Martin. Los tengo grabados y de vez en cuando los paso por televisión.

—¿Cómo viene la producción del programa para este año?

—Estoy promoviendo un nuevo formato para el programa que se verá a partir de marzo. Voy a utilizar muchos recuerdos porque la gente me lo pidió. Mi archivo tiene 30 años. Todos los artistas que alguna vez vinieron a mi programa están grabados.

—¿Por qué nunca te fuiste a trabajar a Buenos Aires?

—Tuve muchas ofertas en mi vida. Me acuerdo que hasta llegaron a ofrecerme ser interventor de ATC (actualmente Televisión Pública) y dije que no; gente importante me habló para hacer radio y televisión en Buenos Aires y dije que no. Hasta me ofrecieron varias veces ser intendente de la ciudad y también dije que no. Soy un tipo que empezó en Rosario, quiero mucho a mi ciudad y siempre pensé, «¿para qué me voy a ir si estoy bien acá?«. Me cuesta moverme y no me animé nunca a dejar a mis mascotas.

—Supongo que vivís en una casa…

—Siempre casa y con césped.

—¿Cuál es la relación con tus vecinos?

—Los veo poco. Como a la de Sandro, a mi última casa le hice un tapial de 40 metros de frente.

—¿Miedo a las fanáticas o a la “inseguridad”?

—Las dos cosas. Siempre atendí a los fanáticos, son muchos años, debo estar pisando los 50 de permanencia ininterrumpida. La gente viene, te saluda y yo me doy con todo el mundo pero cuando llego a mi casa quiero descansar. Me levanto a las seis de la mañana y vuelvo a las siete de la tarde. Nadie llama a mi casa, el único que tenía el número era Sandro (ver aparte).

—Tenés seguidores de todas las edades…

—En televisión a veces pongo Sandro y gusta, pero también pongo Luis Miguel o vienen los Wachiturros, Los Nocheros o Soledad Pastoruti –quienes debutaron conmigo–, y es algo bastante diferente, para todos los gustos. Es cierto que existen noticias nefastas pero no quiero promocionarlas; algún nacimiento hay algún día; (Rosario) Central alguna vez gana. No veo más noticieros, me amargo, después me quiero suicidar; no quiero amargar a la gente, conmigo que la pasen bien.

—¿Qué lugar sentís que ocupás hoy en los medios?

—El otro día en la fiesta de los 40 años de Los Palmeras, unos colegas de Canal 13 de Santa Fe me preguntaban cuál había sido el mejor año para mí. Yo digo que siempre el mejor año es el último. Hubo años buenos y malos; traje artistas con los que me clavé y otros con los que me fue bien.

—Tu personal forma de comunicar te llevó a que la gente crea y se identifique con el tipo que le habla detrás de la pantalla o el micrófono…

—Soy locutor a la fuerza, mi lugar es como animador. Fui uno de los creadores de la Publicidad No Tradicional  (PNT) y la registré; está en la Justicia.  Si fuera como la ley manda nadie podría pasar un PNT sin mi autorización. Esa práctica se oficializó y actualmente son más importantes las agencias PNT que las comerciales. Tinelli vive de eso.

—A Marcelo Tinelli te unen varias singularidades…

—Tinelli me copió. El primer tipo que hizo un Bailando (Bailando por un Sueño) fui yo. Y lo hice en Canal 3 hace 28 años; tengo pruebas. Era con chicos pero el formato era el mismo con animador y jurados incluidos.

La vida sin Sandro

Hace pocas semanas se cumplieron tres años de la muerte del  gran Sandro de América. Alberto Llorente, quien fue su productor en Rosario y lo conoció en la intimidad como pocos, contó cómo vive la ausencia de su compañero y amigo. “Siento mucho su ausencia porque lo quería. Hicimos una amistad que perduró 46 años. Él visitaba mi casa; yo iba a la suya; la pasábamos muy bien en un ambiente netamente familiar”, rememoró Aj. Y continuó: “Las perras que tenía en su casa eran hijas de mis perros; el último se me murió hace año y medio. Como será que me gustan tanto los animales que recién el día que lo velábamos en el Congreso de la Nación, la mujer de Sandro me dijo dos cosas: «Roberto te quería mucho« y «La perrita se murió hace año y medio«. No quiso decirme nada porque sabía que me iba a hacer mal”, concluyó.

También en los libros

Inquieto, como siempre, Alberto Llorente (AJ), ahora se abocó a abordar otro formato de la comunicación, hasta el momento inexplorado: un libro. Dice que será una biografía completa de su vida, desde cuando empezó a trabajar. “Fui ferroviario, tornero mecánico, dibujante artístico y dibujante técnico”, dice y sugerentemente pregunta a este cronista: “¿a que no sabés cómo comencé en los medios?” y, enumerando alguno de los hitos de su carrera que posiblemente sean parte del libro dijo: “Fui imitador –como (Miguel Ángel) Cherutti–, imitaba unas 70 voces y con un grupo salíamos de gira; y también animador de baile”, concluyó.

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