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Saga bancaria

Tres golpes para el Mono

El sindicado líder de la banda que asaltó el Credicoop de Pérez fue acusado además por robos al Municipal de Empalme Graneros y al Macro de Roldán. Preventiva sin plazo para cuatro imputados.


Ayer por la mañana se realizó la audiencia imputativa contra cuatro de los cinco acusados de integrar la llamada Banda del Mono, a la que le adjudican haber asaltado el jueves pasado el banco Credicoop de Pérez antes de que sus miembros sean apresados tras una persecución. En esta instancia, la Fiscalía enumeró las pruebas y solicitó la prisión preventiva sin plazo para los sospechosos, algunos de los cuales enunciaron llamativas coartadas, como estar desarrollando una larga caminata para cumplir una promesa o bien hacer averiguaciones para comprar caballos. Además, el Mono, sindicado líder de la banda, fue imputado de otros dos asaltos a entidades crediticias recientes: el Municipal de Empalme Graneros y el Macro de Roldán. El juez resolvió prisión preventiva sin plazo para el cuarteto, en tanto que el quinto detenido, un chico de 16 años que conducía el Ford Focus en que intentó huir la pandilla, está a disposición del Juzgado de Menores.

El jueves a las 11 de la mañana cuatro hombres robaron el banco Credicoop de Pérez.

Los primeros en entrar fueron dos muchachos: uno iba en silla de ruedas y el otro lo empujaba. Se formaron en la cola para ser atendidos por la línea de cajas; tal vez incluso los dejaron pasar, por cortesía, ante la incapacidad del muchacho de la silla. Ni bien fueron atendidos, entró en escena un tercer cómplice, quien, con un arma de fuego en la mano, dio comienzo al robo; mientras por detrás entraba al Credicoop un cuarto ladrón, describió la fiscal del caso, Cecilia Brindisi.

A punta de ametralladora redujeron a los presentes. En menos de cinco minutos cargaron toda la plata que tuvieron a su alcance y comenzaron la fuga. Pero el custodio había logrado accionar la alarma dentro de la caseta de seguridad antes de ser reducido y obligado a entregar su arma. La banda huyó con el botín conseguido en la antesala del tesoro, 120 mil pesos, en un Focus; pero la Policía estaba en alerta desde hacía una semana.

En un camino rural de Soldini el auto en el que viajaban los ladrones fue visto por uniformados de la UR II y se inició una persecución en dirección a la autopista Aramburu, que incluyó un tramo en la ruta A012. Durante el trayecto, primero dos de los ladrones bajaron del Focus e intentaron perderse en un campo de la zona del complejo Las Carolinas –sobre la ruta 18, antes de llegar a la A012–, pero fueron apresados. Lo mismo pasó con un tercer hombre, quien algunos kilómetros más adelante corrió la misma suerte. En el final de la persecución, en el kilómetro 279 de la autopista, en jurisdicción de Alvear, una patrulla de Gendarmería apresó, a bordo del Focus a su conductor, un chico de 16 años. A mil metros de allí cayó un quinto sospechoso, un nicoleño de 51 años recientemente jubilado de la Policía. En el vehículo, los federales dijeron haberse incautado de dos ametralladoras, (una FMK3 y una Halcón), una pistola 9 milímetros, municiones, dos handies, un martillo, dos mochilas vacías y tres clavos miguelito.

Escuchas

Los investigadores del Ministerio Público de la Acusación sabían que iban a robar un banco –el séptimo asalto en una entidad de la segunda circunscripción judicial en el año–, pero no tenían claro cuándo ni dónde iba a ser. Contaban con este dato luego de que pesquisas del área de Narcocriminalidad de la Policía Federal les acercaran una serie de escuchas entre un traficante rosarino, identificado como Fabri, y Sergio “Mono” C., de 28 años y uno de los arrestados del jueves como líder de la banda. Por eso, cuando el custodio del Credicoop apretó el botón de alarma, la Policía pudo actuar rápido.

Según contó la fiscal Brindisi durante la audiencia de ayer, en las comunicaciones se escucha cómo el Mono fue equipándose para el robo: consigue una silla de ruedas, un cuello ortopédico, maquillaje, un auto y armamento.

En base a los datos obtenidos por el teléfono pinchado, junto con otras pruebas recolectadas por los pesquisas de la Policía de Investigaciones y del área de Inteligencia Criminal del Nodo Rosario, la Fiscalía implicó también al Mono por el robo a la sucursal del Banco Macro de la localidad de Roldán, que tuvo lugar el 8 de julio pasado –y en el que la banda debió conformarse con 70 mil pesos que tenía encima un cliente para huir sin concretar el golpe– y el asalto a Banco Municipal del barrio Empalme Graneros, ocurrido el 8 de mayo, donde la gavilla pudo acceder al tesoro y llevarse 1,8 millón de pesos.

Versiones

Dos de los cuatro acusados, luego de que la fiscal de Investigación y Juicio Brindisi les leyera la imputación, pidieron la palabra y explicaron qué era lo que hacían en el sudoeste del departamento al momento de sus detenciones. Primero habló Ceferino M., de 51 años, oriundo de San Nicolás, veterano de guerra y policía federal jubilado. De acuerdo con su relato, los policías se cruzaron con él por casualidad, mientras cumplía una promesa. “Tuve a mi nietito internado durante una semana. Entonces le prometí a la Virgen que si se recuperaba iba a ir Rosario a tocar a la Virgen todos los días y me iba a volver caminando”, explicó. Según su versión, eso fue lo que hizo el jueves por la mañana; se tomó un colectivo más o menos a las 8.30, llegó a Rosario una hora más tarde y comenzó su trayecto de regreso, a pie, desde el casino City Center. Fue en ese contexto, juró, que los uniformados lo encontraron en medio del campo.

El otro acusado que dio su versión fue Darío G., de 33 años, quien aseguró que estaba en la zona rural de Soldini haciendo averiguaciones para comprar unos caballos y que en ese contexto fue sorprendido por los uniformados. Darío ya había sido detenido, en su casa de Pedro Lino Funes al 200 en noviembre pasado, acusado junto con otros tres arrestados de haber asaltado el banco Francés de Eva Perón y Circunvalación un mes antes, en un golpe que tuvo por botín 50 mil pesos que estaban en la línea de cajas.

¿Y la plata?

Uno de los argumentos que ayer plantearon los abogados defensores Leopoldo Monteil (por el Mono C. y Matías G.), Maximiliano Special (por Ceferino M.) y Ariel González Zevallos (por Darío G.) fue que durante el procedimiento del jueves los uniformados que los arrestaron no encontraron la plata que supuestamente los sospechosos habían robado minutos antes.

Luego de casi dos horas de audiencia, el juez Juan Carlos Curto decidió que los cuatro acusados sigan tras las rejas por tiempo indeterminado, bajo prisión preventiva, al entender que podrían entorpecer las investigaciones o bien mantenerse fuera del alcance de la Justicia.

Maniquí en un pastizal

Efectivos del Comando de Pérez hicieron anteanoche un singular secuestro en la zona de Las Campanillas, en un sector rural del distrito: hallaron un maniquí con vestimentas de mujer en medio de un pastizal. La sospecha de los investigadores es que forma parte de un ardid ensayado por la banda para ocupar a la Policía en otra cosa: minutos antes del asalto, alguien llamó al 911 para decir que había aparecido el cadáver de una mujer.

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