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Delitos en la comisaría 9ª

Tres detenidos y un comisario en libertad

Es por fraguar la firma de un fiscal para devolver vehículos incautados.


El jefe de la seccional 9º de Rosario, detenido el miércoles pasado por orden del fiscal de Homicidios Dolosos Miguel Moreno, fue liberado ayer por decisión del mismo funcionario, quien levantó los cargos contra su persona pero dejó tras las rejas a su sumariante, un sargento que será imputado hoy junto con otras dos personas apresadas ayer. La medida se debió a un oficio apócrifo que ordenaba a los efectivos de esa comisaría entregar al portador del escrito judicial al menos tres vehículos secuestrados en mayo pasado, en el mismo predio donde había sido asesinado un joven de 25 años.

Fuentes del caso confiaron que el fiscal Moreno se desayunó de lo ocurrido el miércoles por la mañana por una actuación que llegó a su despacho que no había ordenado. En pocas horas, la noticia terminó con el jefe de la seccional de Arroyito, el comisario Danilo V., y uno de sus sumariantes, el sargento Ariel A., detenidos e incomunicados, sospechados de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento doblemente agravado por tratarse de un funcionario público y de un delito grave, por ser un homicidio, falsedad ideológica de documento público, estafa procesal y violación a los deberes del depositario judicial.

Pero ayer, en conferencia de prensa, Moreno aclaró que esas imputaciones recaerán sólo sobre el sargento A., ya que en el transcurso del día había recibido “información” que le hizo determinar que el comisario V. era tan “ajeno” al hecho, que ni siquiera se le iba a realizar “formulación de cargo”, por lo que ordenó su libertad.

Los vehículos por los que se habría fraguado un oficio judicial (una Honda Tornado 250 cc, otra CJ Titán 150 cc, una Renault Kangoo y una moto de agua) habían sido secuestrados la tarde del 21 de mayo pasado, horas después de una feroz balacera ocurrida dentro de una Cooperativa de Pescadores de la costanera norte, donde se presume fue herido de muerte Luis Ereñú, de 26 años.

Según trascendió, el oficio apócrifo ordenaba la entrega de los vehículos al portador del mismo sin que sus datos estuviesen descritos en el escrito judicial. “Ningún policía, aunque tenga tres meses de egresado se come esa curva”, dijo una fuente del caso que descartó la posibilidad de un error de los uniformados y sugirió un hecho de connivencia.

No obstante, también trascendió que el comisario primero detenido y luego liberado, que va ser presentado como testigo en la causa, al ser consultado por su subalterno sobre el oficio en cuestión, le ordenó que se comunicara por teléfono con Moreno antes de ejecutarlo. Según esa versión, el sumariante le dijo que había hecho la consulta telefónica pero no era cierto. La duda que surge ante tan desprolijo accionar, es cuál era la estrategia policial sobre una medida que era imposible que pase desapercibida. “Ya no nos sorprende nada”, dijo otra fuente que expresó que muchas veces estos delitos se cometen sin ningún tipo de pruritos. Ayer, el fiscal Moreno dijo que se libró una orden de detención “contra la persona que supuestamente había retirado los efectos de la comisaría” y agregó que se establecieron una serie de medidas, entre las que destacó la recuperación de la camioneta y de dos motos, dentro del predio de Nansen y Frondizi.

Fue cuando se diligenciaba esa medida que otras dos personas terminaron detenidas y hoy serán imputadas.

El crimen

El hecho fue confuso, ocurrió en mayo pasado y tuvo varias secuencias. La primera fue una balacera dentro del predio ubicado frente al parque Alem. Apenas terminaron de resonar los disparos varios vehículos salieron a toda velocidad: una moto con tres ocupantes (uno de los cuales sería Ereñú herido de muerte), una Renault Kangoo roja y un auto de alta gama alemán. Minutos después, en Artigas al 300, un llamado a la Policía advertía sobre el pase del herido de la moto a la Kangoo, secuencia que siguió en el hospital Alberdi, y luego en una ambulancia camino al policlínico Eva Perón, donde llegó sin vida.

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