Agentes de la Policía de Santa Fe y del Servicio Penitenciario (SP) iniciaron en la madrugada de este lunes un dispositivo conjunto para trasladar detenidos en las alcaidías de varias localidades hacia la Unidad Penal 11 de Piñero (UP11). Los operativos se enmarcan en las promesas de reducir la población privada de libertad en los destacamentos policiales, en varios de los cuales se han producido fugas –bajo investigación judicial– y se denunció superpoblación.
Los operativos comenzaron en la ciudad de San Lorenzo, donde desde la alcaidía de la Unidad Regional XVII se retiraron 65 personas privadas de libertad que fueron trasladadas en móviles del Servicio Penitenciario y con una fuerte custodia hasta la UP11 de Piñero. Allí, cumplirán el resto de sus condenas en el nuevo pabellón construido en las instalaciones.
Un penal complicado
La unidad de Piñero fue motivo recientemente de una nueva irregularidad, puesta en evidencia por videos que se viralizaron por las redes sociales en los cuales se había filmado a presos castigando físicamente a otros. El hecho motivó un allanamiento al penal, ordenado por la jefa de la Unidad Fiscal Especial de Violencia y Corrupción Institucional, Karina Bartocci, el secuestro de celulares con los que se presume se tomaron las imágenes y una investigación para determinar cómo sucedieron los hechos y la posible responsabilidad de personal penitenciario en lo ocurrido.
Este lunes, tras el traslado en San Lorenzo, se continuó el operativo en las alcaidías de Las Rosas y Cañada de Gomez. De la primera, se trasladaron 10 detenidos, y 13 desde la restante. Al mediodía, los móviles del SP con los presos arribaron a Piñero.
El dispositivo continuó por la tarde, esta vez en la alcaidía de Casilda –se trasladaron 26 detenidos– y Villa Constitución –20 privados de libertad–.
De acuerdo a lo que esgrime el Ministerio de Seguridad provincial, Santa Fe es uno de los distritos que mayor porcentaje de presos tiene alojados en el sistema carcelario respecto de aquellos que permanecen en seccionales policiales. El 90 por ciento, según las cifras oficiales.
“La policía debe estar patrullando las calles y los presos deben estar en el sistema carcelario. Por un lado, el personal de las Unidades Penales está preparado para esa función, y por el otro, los policías no pueden convivir con aquellos a quienes pusieron tras las rejas”, refirió en el marco de los traslados de este lunes el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro.
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