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Esto que nos ocurrió

Todo comenzó con un ratón

Hace 87 años nacía Mickey, uno de los personajes animados más famosos del planeta y piedra angular del imperio Disney.


El público que asistió al Colony Theater de Nueva York el lunes 19 de noviembre de 1928 vio, fascinado, a un héroe cinematográfico que manejaba un barco a vapor por un río, hacía algo de música estrujando animales de corral hasta que mugían, rebuznaban o graznaban, y rescataba a su novia de las manos de un fortachón. Se trataba de la película de dibujos animados Steamboat Willie. El versátil protagonista era un ratón llamado Mickey.

Y aunque aún perduran las controversias sobre el verdadero creador de ese antropomórfico ratón, que este jueves cumplió 87 años, lo cierto es que marcó el punto de partida de uno de los imperios del entretenimiento más grandes del planeta: The Walt Disney Company.

Pero para ver la película del Ratón Mickey desde el comienzo debemos hablar primero del presunto padre de la criatura, aquél que escribió alguna vez: “Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”.

Pionero en la utilización de numerosas innovaciones técnicas en el cine de animación, como el sonido, el color o la cámara multiplano, en sólo 12 años –entre 1928 y 1940– Walt Disney convirtió a los hasta entonces menospreciados dibujos animados en un sofisticado medio de expresión artística y se transformó en el principal artífice de un estilo inconfundible en las películas de ese género.

En 1923 fundó, junto con su hermano Roy Oliver Disney, un pequeño estudio de animación que llegó a convertirse en una de las mayores empresas del mundo. Hoy, con ingresos anuales de más de 30.000 millones de dólares, The Walt Disney Company gestiona 18 parques de diversiones, 39 hoteles, 8 estudios cinematográficos, 11 canales de televisión por cable y la cadena ABC.

Disney convirtió los dibujos animados en un producto de consumo de masas basado en la defensa de los valores del modo de vida norteamericano (el “american way of life”).

Sin embargo, la ideología neocolonialista subyacente en sus filmes fue puesta de relieve, entre otros, en los ensayos críticos Walt Disney (1941), de Sergei Eisenstein, y Para leer al Pato Donald (1972), de Ariel Dorfman y Armand Mattelart.

Una vida de película

Walter Elias Disney vino al mundo el jueves 5 de diciembre de 1901 y, a pesar de haber nacido en Chicago, Illinois, tuvo la infancia típica del hijo de un granjero. Walt fue el cuarto de los cinco hijos del matrimonio de Elias Disney y Flora Call.

En 1906 la familia se trasladó a una granja en Marceline, Missouri. Walt diría más adelante que esos fueron los años más felices de su vida. Este período idílico concluyó en 1909, cuando Elias Disney enfermó y se vio imposibilitado de continuar trabajando en la granja.

En 1910 se mudaron a Kansas City y más tarde volvieron a Chicago. Walt trabajó como repartidor de diarios y comenzó a estudiar en el Instituto de Arte de Chicago, donde fue el historietista del periódico The Village Voice.

Sus cómics eran sobre temas de la Primera Guerra Mundial. Promediando la sangrienta contienda bélica, fue chofer de ambulancias de la Cruz Roja en Francia. En 1919 regresó a su país para seguir una carrera artística y se trasladó a Kansas City.

Su hermano Roy trabajaba en un banco y le consiguió un trabajo en el Pesemen-Rubin Art Studio, donde Walt se dedicó a crear anuncios para diarios, revistas y cines. Allí coincidió con otro dibujante, Ub Iwerks, con el que trabó amistad, y decidieron empezar su propio negocio.

En enero de 1920 fundaron la Iwerks-Disney Commercial Artists, que fracasó rápidamente. Con todo, ambos fueron contratados por la empresa Kansas City Film Ad, donde trabajaron en anuncios, realizados con primitivas técnicas de animación, lo que fascinó a Disney.

En 1922, Walt fundó la empresa Laugh O Gram Films, Inc., dedicada a realizar cortometrajes animados basados en cuentos de hadas y relatos para niños.

Entre sus empleados estaban su amigo Iwerks, Hugh Harman, Rudolph Ising, Carmen Maxwell, y Friz Freleng. Tras crear su último corto, la mezcla de acción real y animación Alicia en el país de las maravillas, el estudio quebró en junio de 1923.

Disney decidió entonces ir al floreciente centro de la industria cinematográfica: Hollywood. Vendió su cámara y obtuvo el dinero suficiente para un viaje de ida en tren a California. Y se llevó Alicia.

Llegó a Los Ángeles con 40 dólares en el bolsillo y una película sin terminar en su maletín. Su primer estudio en Hollywood fue el garaje de la casa de su tío Robert.

Envió Alicia a la distribuidora neoyorquina Margaret Winkler, quien mostró gran interés por la cinta y lo contrató para producir más películas combinando animación e imagen real.

Walt convenció a su hermano Roy para que se encargase de la gestión económica del estudio. Ese fue el comienzo del Disney Brothers Studio, el germen de The Walt Disney Company.

En 1925, Disney contrató a la joven Lillian Bounds para colorear el celuloide. Tras un breve noviazgo, se casaron el 15 de julio de ese año. Lillian dio a luz a una hija, Diane Marie, en 1933. Tres años después, los Disney adoptaron a Sharon Mae.

En 1927, Charles B. Mintz, quien se había casado con Margaret Winkler y dirigía su negocio, solicitó una nueva serie de películas, sólo de animación, que serían distribuidas por Universal Pictures.

La nueva serie, Oswald el conejo afortunado, fue un éxito casi instantáneo. El personaje fue creado y dibujado por Iwerks. Su éxito permitió el crecimiento del estudio, y Walt pudo contratar de nuevo a los dibujantes Harman, Ising, Maxwell y Freleng, de Kansas City.

Pero, en 1928, Disney perdió los derechos del conejo Oswald a manos de la Universal y tuvo que crear un nuevo personaje. Si bien la compañía de Disney sólo recuperó los derechos sobre Oswald recién en 2006, se hizo realidad aquello de que “no hay mal que por bien no venga”, ya que el nuevo personaje fue una verdadera mina de oro: el Ratón Mickey.

El ratoncito de oro

Aún se discute si la primera idea del Ratón Mickey –que era igual que el conejo Oswald, pero con orejas redondas en lugar de alargadas– fue de Walt Disney, a quien suele atribuírsele, o de su amigo Ub Iwerks. Pero lo cierto es que ambos participaron en la creación del personaje.

Cuentan que el ratón iba a llamarse Mortimer, pero luego fue bautizado como Mickey Mouse por Lillian Disney. El sonido fue la clave del éxito que Disney obtuvo con Mickey. El personaje había aparecido en dos películas mudas anteriores, Plane Crazy y The Gallopin’ Gaucho, sin suceso, pero Disney se diferenció de sus competidores haciendo que la música y los efectos sonoros formaran parte integral del humor.

Desde entonces, todas las cintas de Disney fueron sonoras. Él mismo se encargó de los efectos vocales de sus primeros cortos y fue la voz de Mickey hasta 1947.

Walt Disney dejó de trabajar en el desarrollo de Disneylandia, el parque de diversiones que diseñó cerca de Orlando, Florida, en los últimos meses de 1966, cuando se le diagnosticó un cáncer en el pulmón izquierdo, tras una vida de fumador empedernido.

Falleció el jueves 15 de diciembre de 1966, en Los Ángeles, California. Diez días antes había cumplido 65 años. Fue cremado el sábado 17 de diciembre en el Forest Lawn Cemetery de Glendale, California, aunque una leyenda señaló falsamente que su cuerpo había sido congelado. Su hermano Roy llevó adelante el proyecto de Disneylandia y murió tres meses después de que el parque abriera sus puertas en 1971.

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