Espectáculos

Terragno escribe sobre la amiga secreta de San Martín

Editorial Sudamericana editó “Josefa”, la biografía de María Josefa Morales de los Ríos, la amiga secreta de San Martín, de Rodolfo Terragno, quien investigó el rol de esa mujer en la lucha por la Independencia y su estrecha relación con el Libertador.


Abogado, historiador, miembro de la Academia de Historia y del Instituto Nacional Sanmartiniano, Rodolfo Terragno está especializado en aspectos desconocidos de la vida del General José de San Martín, y ha investigado durante años en los distintos países donde vivió y actuó el Libertador. En su nuevo libro, Terragno redescubre a María Josefa Morales de los Ríos, amiga íntima del Libertador que la historia argentino se empeñó en ignorar.

“Josefa”  es la biografía de la amiga secreta de San Martín, mujer de vida novelesca que tuvo un rol notable en las luchas por la Independencia, sistemáticamente ignorada por la historiografía, tal vez por su estrecha relación con José de San Martín, de quien fue amiga íntima.

El libro editado por Sudamericana es una reconstrucción de Rodolfo Terragno a partir de documentos inéditos, donde investiga algunos aspectos de la vida de Josefa. Ella Tuvo un rol destacado durante las Invasiones inglesas, cayó prisionera y fue llevada a Inglaterra, recibió los elogios de Liniers, participó de los salones donde se gestó la Revolución de Mayo. Ella estaba casada con el hombre que lideró el derrocamiento de Cisneros y estuvo a punto de ser virreina. Además la Asamblea del año 13 le otorgó un subsidio de por vida, ayudó en la formación del Ejército de los Andes, participó en la guerra contra los Carrera y hasta actuó como espía de San Martín y fue su íntima amiga.
Antes de partir a Londres, San Martín le deja a Josefa el sable corvo, que será entregado a Juan Manuel de Rozas, como describe Rodolfo Terragno en la página 169 de “Josefa”:

“San Martín comienza a despedirse. Esta dejando en Los Barriales a quienes le han servido. A él y a la que él llama (y es) su patria.

Se  entrega a los diálogos postreros con oficiales, hombres públicos y amigos que lo acompañan en su formidable aventura, muchos cruzando las altas cumbres, algunos prosiguiendo la expedición por el Pacífico, otros quedándose a obedecerlo y defenderlo en esa Mendoza donde, una década atrás, comenzó a amasar la gloria.

Repite varias veces que volverá, con esa insistencia de quien desea cumplir lo que promete pero duda que pueda.

Itinerario. Lo espera el polvoriento viaje a Buenos Aires. Y la tumba de su esposa y amiga. Y la futura pupila de una escuela en Londres. Y La Boyonnaise, la nave que los llevará, a él y a su hija, a esa Europa, donde morirá un cuarto de siglo más tarde.

El sable corvo. Antes de partir, San Martín dejó en manos de Josefa el sable corvo. No se lo llevó consigo. No se lo encomendó a un Godoy Cruz o a un Luzuriaga. No se lo dejó a ella para que se lo entregara a Guido o lo depositará con el Ejército de los Andes cuando volvieran del Perú. Quiso que el sable quedara bajo la custodia de Josefa.

No hacen falta más pruebas para acreditar que ella fue la gran amiga del Libertador. Su confidente. La que3 siguió desde la provincia su proeza peruana y la que supo hacerle ver las desventuras que se daban en estas tierras.

El testamento de San Martín hace comprender la sublime importancia que él le daba a ese sable que en 1823 dejó en manos de Josefa. “El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido, al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataron de humillarla.

Un testamento es el balance que hace de su vida quien se apresta a partir. Y un regalo postrero que hace de su vida quien se apresta a partir, Y un regalo postrero que hace de lo más valioso que deja.

San Martín le donó el sable a Rosas pero (él lo sabía) estaba donándoselo a la posteridad.

Ese símbolo amado de San Martín estuvo, durante más de una década, en las manos de la dama de negro”.

 

 

Increíblemente la historia argentina ha ignorado a María Josefa Morales de los Ríos. Ningún historiador escribió sobre ella. Rodolfo Terragno investigó en archivos de España, Inglaterra, Uruguay y Argentina, y obtuvo documentos inéditos. El resultado de ese trabajo es esta biografía de una mujer de vida novelesca que tuvo un rol fundamental en la lucha por la Independencia y un lugar de privilegio en el corazón de San Martín.

http://www.edsudamericana.com.ar/

 

Comentarios