El Concejo Municipal resolvió postergar para mañana el debate tanto de la tarifa de taxis y remises como del boleto de colectivos, aunque finalmente decidió que este último punto sea tratado en una sesión especial. En torno al retoque que reclaman los taxistas, las principales diferencias están centradas en el porcentaje, la calidad del servicio –sobre todo en horarios pico– y en encontrar alternativas que amortigüen el impacto sobre el bolsillo del usuario; por ello, el incremento sería escalonado.
Los ediles que integran la comisión de Servicios Públicos Concedidos del Palacio Vasallo se reunieron ayer con los referentes de la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario (Catiltar), la Asociación de Taxistas Independientes y la Cámara de Remiseros para estudiar un aumento en la tarifa, que si bien es un problema que inquieta al sector desde hace tiempo, su tratamiento en el Concejo se había postergado hasta después de las elecciones provinciales del pasado mes.
La idea del oficialismo era tratar de manera conjunta todos los aumentos: tarifa de taxis y boleto de colectivo. Pero no hubo consenso entre los ediles, y a ello se le sumó la presión ejercida por los titulares de chapas, que avisaron que iniciarán de inmediato una medida de protesta si les “pateaban” el incremento para después del receso (esta semana es la última con actividad en el Concejo). Así que el aumento del boleto será tratado en una sesión especial, mientras que mañana se supone que Servicios Públicos consensuará un porcentaje de suba para la tarifa de taxis.
Buscando un número
Los taxistas acercaron su propio estudio de costos que elabora la Universidad Nacional de Rosario, que arroja un defasaje del 40 por ciento con la tarifa actual, similar a los números presentados por el Ente de la Movilidad (EMR). Sin embargo, están de acuerdo en redondear un aumento de alrededor del 30 por ciento. “Los estudios dan parecido, se diferencia” en la cantidad de días trabajados”, reconocieron desde el gremio de taxistas.
La propuesta que se cocinó ayer en la reunión entre ediles y la patronal de taxistas, y que se espera pueda aprobarse en comisión mañana, es un aumento inmediato del 20 por ciento, que dejaría la bajada de bandera en 16 pesos y la ficha en 80 centavos para el horario diurno, y en 18 pesos y 90 centavos, respectivamente, para el nocturno. El 10 por ciento restante se aplicaría a partir de noviembre.
Por su parte, desde la Cámara de Remiseros, Alfredo Gordo manifestó que su sector está “prácticamente al borde de la bancarrota”, ya que posee “80 chapas en caución sobre un total de 500 remises” que circulan por la ciudad. De este modo, solicitaron aplicar una tarifa plana de 20,50 pesos para la bajada de bandera.
Colectivos, párrafo aparte
Los legisladores y las autoridades del Ejecutivo continúan buscando un acuerdo para lograr un aumento en el boleto del transporte urbano. Desde el municipio resaltaron que el estudio de costos del EMR arroja una diferencia de 1,65 pesos con relación al actual pasaje (5 pesos), por lo que estiman que el incremento tendría que ir en esa dirección.
Desde la oposición no ceden todavía a aceptar esos números y manifestaron que aún quedan mecanismos por explorar para evitar trasladar todo el aumento a los usuarios.
Así como están las cosas, sólo a través de una sesión extraordinaria podría consensuarse un aumento del boleto antes de que el Concejo entre en receso.
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