Por la grave situación que atraviesa el sector primario lechero, la Federación Agraria Argentina (FAA) realizó ayer una reunión de tamberos en la localidad cordobesa de Laboulaye, donde acordaron reclamar medidas de emergencia.
De la reunión participaron el presidente de la entidad Omar Príncipe y el secretario gremial Orlando Marino. Además, estuvo presente el referente de la Comisión de Lechería de la FAA, Manuel Lucero, quien describió las dificultades del sector: “El esquema de ayuda puesto en marcha en estos días por el gobierno nacional no alcanza para revertir una situación que es dramática. Con el encarecimiento del maíz y del resto de los insumos, las compensaciones no alcanzarán para cubrir los costos”.
La asamblea fue organizada por productores lecheros de Laboulaye, junto con las filiales de Serrano y Jovita. “El descontento entre los productores es muy grande”, expresó merino, quien esta semana también participó de la reunión de la Mesa Nacional de Productores Lecheros.
“Entre otros temas a resolver en lo inmediato, se debe convocar al supermercadismo a discutir los problemas del sector. Históricamente, industria, supermercados y productores nos llevábamos un tercio cada eslabón de la cadena del precio final de un lácteo. Hoy, los tamberos no participamos más que del 15 por ciento”, afirmó el dirigente de la FAA.
Precios sin control
El incremento del precio del sachet de leche al público en los últimos nueve años superó 3,5 veces al aumento percibido por los productores, que actualmente cobran de parte de la industria un precio 24 por ciento inferior al que cobraban a mediados de 2014.
En estos momentos, los productores lecheros cobran 2,35 pesos por litro, mientras que en 2014 cobraban 3,10 pesos. Esta baja del precio de la leche, sumada al aumento de los costos, generó una situación terminal en la actividad; que se intensificó por la quita de retenciones al maíz y a la devaluación.
En tanto, el precio al público del sachet de leche pasó de 1,70 peso en mayo de 2007 a 14 pesos en al actualidad, es decir, que el incremento en el periodo fue de 723 por ciento, lo que significa que se quintuplicó.
Sin embargo, el productor, que recibía 0,76 pesos por litro de leche a mediados de 2007, actualmente cobra 2,35 pesos; con lo cual sus ingresos aumentaron 209 por ciento, es decir que se triplicaron, pero ese aumento fue tres veces y media menor que el que sufrió el público.
Si el productor en 2007 participaba de 44,7 por ciento del precio final, es decir que recibía 76 centavos por 1,70 pesos del precio al público, actualmente su participación cayó a 16,8 por ciento; o sea que se derrumbó en más de 60 por ciento.
Por su parte, la industria y los comercios incrementaron su participación de 55,3 a 83,2 por ciento, aumentándola en más de 50.
Así no es de extrañar que en los últimos años hayan desaparecido alrededor de 6 mil tamberos, como denuncian las entidades que los agrupan, ya que los costos de producción y el costo de vida aumentaron considerablemente más que sus ingresos.
A principios de mes, el gobierno nacional otorgó mediante dos resoluciones conjuntas un subsidio de 40 centavos por litro de leche para los primeros tres mil litros diarios de producción. Esta compensación se aplicará sobre las ventas de los tamberos desde octubre hasta diciembre del año pasado.
Así, el productor recibirá por cada litro 2,75 pesos (2,35 de la industria y 0,40 del Estado nacional), aunque la ecuación, de acuerdo con las entidades que agrupan los tamberos, no cierra, ya que el costo que tienen para producir es de 4 pesos.
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