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Potencias debaten en la ONU sobre un posible ataque a Siria

Principales países, discutían en Naciones Unidas si era correcto bombardear Damasco. Ban Ki-moon pidió más tiempo.


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Profundamente divididas, las principales potencias comenzaron a discutir ayer en el máximo órgano de las Naciones Unidas (ONU) un posible ataque internacional contra Siria, que por su parte volvió a prometer que se defenderá y advirtió que se convertirá en “cementerio de los invasores”. El gobierno de Estados Unidos descartó ayer llevar a cabo una acción militar unilateral contra Damasco y está valorando con sus aliados potenciales ataques de castigo que podrían durar más de un día, afirmó ayer una fuente oficial.

Con el debate ya instalado en la ONU, Siria dijo ayer que presentó pruebas ante el organismo de que los insurgentes estuvieron detrás del ataque con armas químicas que Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, entre otros países, achacan al gobierno del presidente Bashar al Assad para justificar un ataque.

Además, el enviado de Siria ante la ONU pidió por carta al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que un equipo de expertos de ese organismo que está en Siria investigue otros tres incidentes en que soldados sirios fueron atacados por insurgentes con armas químicas.

En Siria, en tanto, residentes de Damasco comenzaron a acopiar alimentos en previsión de un ataque, y algunos incluso abandonaron sus hogares debido a su ubicación cercana a potenciales blancos de los bombardeos estadounidenses en una ciudad con decenas de sitios militares en zonas residenciales, informó la cadena BBC.

También en Siria, el equipo de expertos de la ONU completó ayer una segunda visita a barrios de la periferia este de Damasco para investigar las denuncias de un ataque con armas químicas ocurrido la semana pasada y que según opositores y organizaciones internacionales dejó cientos de muertos.

El canciller sirio, Walid al Moallem, ya prometió anteayer que Siria se defenderá con “todos los medios a su disposición”, y el primer ministro sirio, Wael al Halqi, lanzó ayer otra dura advertencia a Estados Unidos y sus aliados.

“Siria va a ser el cementerio de los invasores, no se va asustar por sus amenazas colonialistas y ninguna fuerza del mundo podrá vencerla”, subrayó al Halqi, según informó la agencia de noticias siria Sana.

Estados Unidos, Francia y el Reino Unido ya acusaron al gobierno de al Assad de haber estado detrás del ataque del miércoles pasado en la zona de Ghouta Oriental, que según Médicos Sin Fronteras causó al menos 355 muertos.

Washington aún no presentó pruebas de sus acusaciones contra Damasco y los expertos de la ONU no avalaron esta afirmación, aunque el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Lakhdar Brahimi, dijo ayer que hay evidencia de que alguna “sustancia” fue responsable de las muertes del ataque del 21 de agosto.

Ayer, los especialistas de la ONU visitaron los suburbios damascenos de Zamalka y Yobar, que están bajo control de la insurgencia siria, dijeron activistas opositores.

La ONU no informó sobre la actividad del equipo en Siria.

El secretario general Ban, por su parte, pidió que no se emprenda ninguna acción militar hasta que los expertos de Naciones Unidas finalicen su investigación en Siria, donde dos años y cinco meses de guerra ya dejaron más de 100.000 muertos, según la ONU.

“Dejémoslos concluir su trabajo durante cuatro días, y después tendremos que analizar científicamente” sus hallazgos y enviar un informe al Consejo de Seguridad, dijo Ban en La Haya durante la celebración del primer centenario del Palacio de la Paz, un símbolo de la resolución pacífica de los conflictos.

Más tarde, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU comenzaron a discutir un proyecto de resolución presentado ayer por el Reino Unido para condenar a Siria por el presunto ataque con armas químicas.

La oficina del primer ministro británico, David Cameron, dijo que el proyecto pide al Consejo que autorice “todas las medidas necesarias para proteger a los civiles” sirios sobre la base del Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que contempla entre estas opciones el uso de la fuerza.

Tal como se esperaba, Rusia, un aliado de Siria que se da por sentado que vetará la iniciativa, objetó el proyecto y dijo que su discusión era prematura porque aún debe esperarse el resultado de la investigación del equipo de expertos de la ONU.

En tanto, Estados Unidos descartó una acción unilateral y espera reunir aliados para un eventual ataque a Siria.

“Cualquier acción militar no será unilateral. Incluirá a aliados internacionales”, dijo a periodistas un funcionario del gobierno, que pidió el anonimato.

Asimismo, tanto Estados Unidos como el Reino Unido dejaron en claro que un veto del Consejo no hará que desistan de un ataque contra Siria, pese a que, sin el aval de la ONU, éste sería ilegal para la ley internacional.

Funcionario criollo en Naciones Unidas advierte sobre peores consecuencias

El Relator Especial sobre la Tortura de la ONU, el abogado argentino Juan Méndez, comparte la preocupación por la creciente violencia dentro de Siria, pero advirtió ayer que un ataque contra ese país árabe “podría terminar en más daño en la población civil a la que se quiere proteger”. En tanto, si el Consejo de Seguridad de la ONU estuviera en lugar de decidir, Argentina será un protagonista clave por ser el presidente momentáneo de dicho órgano. “Según el principio ético que debería regir la comunidad internacional, primero hay que evitar hacer daño y luego ver qué se puede hacer”, sintetizó. “Lo que temo es que no están discutiendo opciones más creativas y conducentes a una resolución pacífica del asunto. El Consejo de Seguridad tiene que tomar cartas en el asunto y, para eso, China y Rusia deben abandonar el veto. Pero eso no significa que necesariamente se deba desembocar en el uso de la fuerza”, agregó. A los 68 años, Méndez es considerado una voz autorizada dentro de Naciones Unidas y en el campo internacional de los derechos humanos.

El jefe de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon instó a la comunidad internacional a que permita al Consejo de Seguridad de la ONU “usar su autoridad para la paz”. Hasta ahora, el Consejo de Seguridad de la ONU, con presidencia de la Argentina, no ha tomado ninguna iniciativa que permita la paz.

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