En la Superliga de Grecia, Giorgos Katidis festejó su gol en AEK de Atenas con el conocido saludo nazi (palma de la mano abierta hacia abajo y brazo extendido hacia arriba) y generó un inmenso revuelo que terminó con la suspensión de por vida para el futbolista.
En el duelo ante Veria FC, el jugador celebró el tanto de la victoria sin su camiseta y con el gesto que se emparenta con el régimen alemán que mató millones de personas.
El desafortunado festejo no ha pasado desapercibido para nadie y la Federación Griega de Fútbol decidió sancionarlo de por vida al considerar que dicho gesto “afecta profundamente a todas las víctimas de las atrocidades nazis y hiere el carácter pacífico y profundamente humano del fútbol”, tal y como ha señalado en un comunicado.
El joven jugador de 20 años fue ex capitán de la selección sub-19, pero la sanción le impedirá volver a jugar con la selección nacional de Grecia.
Tras la polémica el futbolista hizo su descargo vía Twitter donde negó que su intención fuera hacer el saludo nazi y asegurando que desconocía el significado del gesto.
“No soy racista de ninguna manera. Aborrezco el fascismo. No lo haría si supiera que eso significa algo. Conozco las consecuencias y no lo haría nunca”, manifestó.
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