Afianzados en una sonoridad más ligada al pop, aunque sin alejarse del todo de la impronta rock que los caracteriza, y sosteniendo la canción como centro, Sur Du Monde se renovó y lanzó una nueva propuesta: A siete jardines del Sol, su tercer disco de estudio.
En el nuevo material, los rosarinos Pablo Cravzov, Sebastián Martino, Walter Randisi y Manuel Mori proponen un recorrido por diversos escenarios en los que dan cuenta de su forma de relacionarse con el mundo.
De hecho, los lugares/canciones que componen el material son siete, esos siete jardines que los separan del Sol, algo que, en ciernes, representa eso anhelado, lo que se viene.
Editado a través del sello independiente Fluorescente Discos, creado por agrupaciones y músicos locales (ver aparte), A siete jardines del Sol acaba de salir a la venta y tendrá su presentación oficial esta noche, a partir de las 22, en McNamara (Tucumán 1016).
“La elección del título del disco fue algo bastante espontáneo”, confesó Cravzov, el vocalista de Sur Du Monde, en diálogo con El Ciudadano. “Nos gustó la idea de que sea «a siete jardines del Sol», porque son siete canciones. Decirles jardines a las canciones nos parecía muy interesante. Además, hace referencia a una distancia, porque es «a» siete jardines del Sol, tomando al Sol como la metáfora de algo deseado. La idea es ver qué logramos con estas canciones”, agregó.
Al mismo tiempo, mientras introdujo el concepto que recorre el material, detalló: “El disco hace referencia a lugares. Hay un jardín (el primer track) y un laberinto (el tercero); nosotros somos Sur Du Monde y hablamos del mundo, de los distintos mundos, y esta es una forma de seguir en esa línea, es algo que tiene que ver con nosotros como banda; cada lugar es una forma de relacionarse con el mundo, de expresar lo que sentimos en primera persona. También hay canciones que hablan de cómo se relacionan las personas entre sí, y situaciones que pasan en el mundo y que, de alguna manera, son ajenas a nosotros”.
Entre esos espacios, Cravzov señaló “Laberinto”, uno de los temas que se destacan en el recorrido del material por la actualidad y profundidad del tema que aborda: la identidad. “Es una canción que compusimos en conjunto. La idea fue imaginarnos cómo siente alguien que desconoce su identidad, tomando las historias de aquellos nietos (los que fueron restituidos por el trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo) que recuperaron su identidad y que coinciden en que se sentían por fuera del mundo, que tenían una sensación de no pertenencia. Quizá alguien la escuche, se sienta identificado y podamos ayudar en esa causa que es tan nuestra y tan terrible todavía”, sostienen los integrantes del grupo.
A siete jardines del Sol modifica el universo sonoro que Sur Du Monde había sabido plasmar en Tres, su disco anterior; un viraje que tuvo que ver con la caída de uno de los prejuicios musicales más comunes: “Nos amigamos un poco con la idea del pop, porque cuando uno viene del rock hay mucho prejuicio con eso. De todos modos, uno va madurando. Lo escuché a Leo García, que es un referente del pop en Argentina, decir que el rock necesita del pop porque todo lo que trasciende del rock tiene algo de canción, algo de la voz bien al frente, de una producción más prolija. Y todo lo que trasciende del pop necesita del rock por la actitud y la fuerza del sonido. Entonces, para nosotros que somos una banda que hace canciones, el rock y el pop son complementarios. Cuando pensamos en los discos que vienen, pensamos en no estructurar tanto las canciones alrededor de las guitarras ni de la batería acústica, sino ir más por otros lugares sonoros, con un poco más de sintetizadores, cajas de ritmos (algo que ya se ve plasmado en este disco), porque es una inquietud que tenemos en la actualidad”, concluyó.
Con el sello singular de la gestión colectiva
Con varios años de experiencia musical, Sur Du Monde decidió crear, junto con las también bandas locales Somnaluba y Muñecas Rusas, el sello discográfico Fluorescente Discos, espacio de producción desde el cual se generó el flamante A siete jardines del Sol.
La propuesta dio sus primeros pasos en 2013 y ya tiene varias producciones en su haber como el single Marcha de los pensamientos de Fede Baronio & La Orquesta Infinita, y Árboles de la referida agrupación local Muñecas Rusas, materiales que, entre otros, pueden escucharse en este link.
“Estar en un sello es algo que necesitábamos”, dijo Cravzov a El Ciudadano, y lo enmarcó en un proceso histórico que viene dándose en los últimos años. “Esta década es la de los sellos de gestión colectiva, quizás la anterior fue la de las ONGs. Los músicos, sobre todo los que venimos del rock, nunca habíamos estado organizados y después empezaron a pasar cosas que antes no pasaban, como es el hecho de tener que pagar para tocar, por ejemplo, entonces las ONGs fueron necesarias. A partir de ahí, organizaciones como la UMI, entre otras, lograron cosas que antes ni soñábamos. Ahora, el paso que se viene, que no es excluyente a las ONGs sino que es complementario, son los sellos independientes. Hay una proliferación de sellos de estas características muy importante; en Rosario ya hay más de nueve sellos nuevos y ese es un indicador a tener en cuenta”.
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