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VIGILADOS CON CONSENTIMIENTO

Suizos respaldaron ley que permite espiarlos por la web

El “Sí” a la nueva ley que otorga esos poderes a los servicios de inteligencia satisface los deseos del gobierno, que consideraba que ya no era posible responder a las nuevas amenazas, en particular las “terroristas”, porque los servicios secretos sólo tenían derecho a recabar información de dominio público, o si las conseguían a través de otras autoridades.


Los suizos respondieron ayer masivamente por el “Sí” en el referéndum para mantener o derogar una ley que autoriza a los servicios secretos del país a escuchar las comunicaciones telefónicas y vigilar las actividades en internet de los ciudadanos, con el objetivo principal –señala la norma– de desbaratar amenazas terroristas.

Según los resultados definitivos de la consulta, dos tercios (65,5 por ciento) de los electores aceptaron esta nueva ley, superando los resultados que vaticinaban los sondeos durante la campaña (53-58 por ciento), con una tasa de participación de alrededor del 43 por ciento (habitual en Suiza) de los habilitados para votar.

Por otra parte, los suizos votaron claramente “No” a otras dos consultas.

El 59,4 por ciento rechazó así un aumento de las pensiones, una medida que el gobierno advirtió que supondría una carga financiera muy alta para las arcas públicas.

Por otro lado, un 63,6 por ciento de los votantes también rechazó una iniciativa popular defendida por los Verdes, que solicitaban una reducción del consumo de recursos naturales. Sólo los residentes del cantón de Ginebra la apoyaron.

Aceptar la vigilancia

El “Sí” a la nueva ley que otorga esos poderes a los servicios de inteligencia satisface los deseos del gobierno, que consideraba que ya no era posible responder a las nuevas amenazas, en particular las “terroristas”, porque los servicios secretos sólo tenían derecho a recabar información de dominio público, o si las conseguían a través de otras autoridades.

En la televisión pública suiza RTS, el vicepresidente del Partido Demócrata-Cristiano (PDC), Yannick Buttet, destacó que Suiza no “es un objetivo, pero puede ser una base logística o financiera de retaguardia para terroristas”.

Amenaza a las libertades

La ley había sido aprobada por el Parlamento en 2015, pero una coalición integrada por el Partido Socialista, los Verdes y el Partido Pirata había conseguido las firmas para organizar un referéndum con el fin de derogar esta norma considerada peligrosa para las libertades públicas.

Durante la campaña, los opositores a la ley recordaron el llamado “escándalo de las fichas” de 1989, cuando los suizos descubrieron con estupor que 900.000 de ellos estaban fichados por la Policía según sus opiniones políticas, sindicales y otros datos.

El domingo, la diputada de los Verdes Lisa Mazzone denunció en la RTS el “mensaje simplista” enviado por sus adversarios, en un momento en el que la amenaza terrorista en Europa es muy fuerte.

Las autoridades suizas consiguieron convencer a los electores de que la nueva ley sólo afectaría a una decena de casos por año “en vista de la situación actual en materia de amenaza”.

Además, también subrayaron que las medidas sólo podrían ponerse en marcha con el consentimiento de un tribunal administrativo federal o del ministro de Defensa helvético.

Cartas, teléfonos y e-mails

De ahora en más, los servicios secretos suizos podrán, bajo ciertas condiciones, vigilar en forma preventiva los envíos postales y las comunicaciones telefónicas de los particulares.

También podrán vigilar las actividades en internet, infiltrar redes informáticas y proceder al registro de locales, vehículos y maletas.

“Al autorizar medidas de vigilancia desproporcionadas, (la ley) representa una amenaza importante para la esfera privada y la libertad de expresión”, reaccionó ayer la organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) mediante un comunicado difundido tras el referendo.

Por su parte, los opositores a la norma exigieron a las autoridades que mantuvieran sus promesas, a lo que la diputada del Partido Liberal Radical (PLR) Isabelle Moret respondió ayer mismo en la RTS que la comisión parlamentaria encargada de controlar el trabajo de los servicios secretos “sabrá” cuántas personas estarán siendo vigiladas en virtud de la normativa que fue refrendada en la consulta.

El miedo es el argumento

El politólogo suizo Pascal Sciarini declaró que la razón principal del apoyo de ayer a esta ley que limita las libertades individuales radica en el actual clima de inseguridad que prevalece en Europa, tras recientes atentados terroristas en Francia, Bélgica y Alemania, así como en el aumento de las amenazas ligadas al cibercrimen. Los resultados significan, según observadores, una derrota para el Partido Socialista y para el de Los Verdes, que habían obtenido previamente las firmas necesarias para la realización del actual referendo con el propósito de derogar la norma aprobada en 2015 que ampliaba las prerrogativas de los servicios de Inteligencia.

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