Policiales

Violencia sin fin

Sólo sombras en el asesinato a sangre fría de Lucía Carpanetto

La joven de 21 años se desplomó con un tiro en el cráneo en la cuadra de Muñoz al 700, cerca del Apeadero Sur y a unas cuadras del límite con Villa Gobernador Gálvez. Los investigadores intentan determinar dónde y quién la atacó. Sólo se sabe que le dispararon a corta distancia


Lucía Valentina Carpanetto tenía 21 años y su último domicilio registrado estaba en las inmediaciones de San Juan y bulevar Oroño, en el centro de Rosarrio. Fue asesinada en la primera hora de este miércoles en la otra punta de la ciudad, en la zona sur. Fue a unas siete cuadras del Apeadero Sur y a unas diez del límite con Villa Gobernador Gálvez. Todo lo que rodea al violento ataque es un misterio que los investigadores, a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo, intentan desentrañar.

Hasta el momento lo que se supo de manera oficial fue que una cámara de seguridad tomó a Lucía cuando caminaba pasada la 1 de este miércoles por la vereda sur de calle Muñoz y, casi al llegar a Buenos Aires, se desplomó.

Vecinos la encontraron desvanecida, llamaron al 911 y al Sies. Los policías fueron los primeros en llegar y los paramédicos arribaron poco después. Una médica diagnosticó que la joven había fallecido por una herida de arma de fuego en el cráneo, hecha a muy corta distancia.

El fiscal Alejandro Ferlazzo quedó a cargo de la pesquisa y ordenó medidas al personal de la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para determinar tanto la mecánica como el móvil del crimen e intentar dar con él o los homicidas.

Una de las hipótesis es que Lucía fue atacada con un arma de fuego de calibre chico -pudo ser un 22- y alcanzó acaminar unos metros antes de desplomarse, pero no se sabe dónde fue la escena primaria. En la cuadra de Muñoz al 700 no hallaron vainas servidas.

Ferlazzo también ordenó ampliar las entrevistas a posibles testigos para determinar la última vez que vieron a la joven, antes de la balacera mortal. Algunos vecinos contaron que la víctima no era del barrio y algunos aportaron que les pareció escuchar un disparo pero que no estaban seguros.

En el asesinato de Lucía Valentina Carpanetto aún hay más dudas que certezas pero su muerte violenta conmueve aún sin conocer cómo era su vida, cuáles eran sus sueños, conmueve por el simple hecho de que una vida quedó trunca por decisión ajena.

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